Inevitable | TaeTen [Omegaverse]

Principio

POV TAEYONG

—¿Q-qué?... Dime que es broma Ten por favor...— rogué con la mirada.

—no, no lo es...— dijo bajando la mirada— lo siento TaeYong...— dijo, sus palabras se arrastraron con dolor—... va a ser mejor que nos distanciemos, no podemos seguir más con esto.— dijo, su voz temblorosa me erizó la piel, pues me confirmaba que aquello no era ni una broma de mal gusto.

Una parte mía, rogaba que así sea.

—p-pero... ¿Por qué...?— pregunté en un hilo de voz—... ¿Por qué lo hiciste Chittaphon?— pregunté con detenimiento, sintiendo mi alma desgarrándose en aquella sala de estar de mi casa.

Sentía que mi corazón se encogía con violencia. Dolor. Siento mucho dolor. Más del que pude imaginar que podría existir.

¿Es así como terminarán las cosas con Ten? ¿Es esto... Un adiós?

Froté mi cien con mis dedos, totalmente en shock—.. pero... no entiendo cómo... si nosotros...— si nosotros... murió en mi garganta.

No... no, no, no quiero esto, mierda, no.

—s-sólo... Pasó TaeYong, hay que admitir que últimamente nuestra relación no ha estado en nuestro mejor momento, yo no estaba muy bien, y él me acompañó, y nosotros... estábamos confundidos TaeYong, no sabíamos lo que hacíamos... lo siento.— dijo sin ser capaz de mirarme a los ojos.

No podía creerlo.

—e-esto... Esto es....— sentía que me estaban matando por dentro—... Vete por favor....— pedí.

Y él no tardó en hacerlo, podía notar cuánto se contenía aún cuando se marchó por la puerta principal de mi casa con lágrimas en el rostro.

Sentía que era mi fin, sentía que era la persona más desafortunada del mundo, sentía que mi vida finalmente no tenía sentido alguno.

Me sentía mareado así que me senté en el último escalón de la escalera.

De hecho, ¿Alguna vez lo había tenido?

Me pecho se seguía comprimiendo furiosamente, así que apreté mi pecho y sentí mis piernas flojear. Agradecí estar sentado en ese momento.

Claro que sí, en los momentos que compartía con mi familia, amigos, con Ten... Pero ahora mi familia se caía como un edificio en ruinas, alejé a mis amigos a causa de mi horrible actitud, incluso también alejé al amor de mi vida, lo harté al punto que recurrió a buscar consuelo en otro alfa.

Me sentía fatal, una pésima persona, una decepción de alfa, un asco de existencia. ¿Acaso todo lo que tocaba se arruinaba?

Hasta a mi propio padre, jamás fuí capaz de hacerlo sentir orgulloso de mí, lo último que hice con él cuando estaba bien fue pelear.

Comencé a llorar como un mocoso patético allí en el maldito escalón de la escalera, no sé cuánto tiempo lo hice, incluso después de horas cuando vino mi hermana, lo único que hizo fue ignorarme y pasar por al lado mío.

Odiaba mi vida, si tan solo las cosas serían un poco diferente, ahora no tenía a nadie a quien aferrarme.

¿Por qué te tuviste que ir justo en este momento? ¿No ves que te necesito más que nunca y más que a nadie?

Esa noche fuí al hospital a ver a mi padre y me quedé toda la noche a su lado, él estaba durmiendo pero aún así le conté lo ocurrido, él solo apretó más mi mano y yo dormí entre lágrimas en esa posición. Siempre me tranquilizó el toque de mi papá y sus feromonas.