ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀ

Capítulo 15 ⛦

Kaylee:

Odio haber hablado un poco sobre mi infancia, desde ese momento los hermanos Winchester me tratan como si fuera de cristal o como si me fuera a romper. Jason es un caso aparte, él me conoce y sabe que estoy relativamente bien. Y está ahí para mí sin tratarme como una niña pequeña. 

Ahora los chicos están hablando con un niño que presencio la desaparición de un señor, se están haciendo pasar por policías estatales mientras yo escucho música en el auto.

—Ese traje no te queda —molesto a mi hermano cuando vuelve—. Es mejor el del FBI.

—Cállate, Kays —suelta una risa—. Según el niño escucho un ruido como de un monstruo mientras el señor era arrastrado.

—Genial —ironizo—. ¿Qué haremos ahora?

Me da una sonrisa ladina antes de arrancar el motor, vamos a la habitación del motel para que los chicos se cambien de ropa antes de ir a un bar.

—Así que la policía no descarta que fuera un crimen —comenta Sam—. Aparentemente había señales de lucha.

—Podrían tener razón, podría ser un secuestro —señala Dean luego de lanzar dardos—. Tal vez no sea nuestra clase de trabajo.

—Sí, tal vez no —accede Jason.

—Excepto por esto —habla el menor—. Papá marcó el área. Posible terreno de caza de un atacante fantasma.

Dean se acerca a la mesa donde estamos, acaricia mi cadera discretamente mientras sujeta su cerveza y le da un trago.

—¿Por qué lo haría? —cuestiona.

—Encontró mucho folklore local acerca de una oscura figura que sale de noche, se lleva a la gente y desaparece —menciona su hermano—. También encontró esto, aquí hay más desaparecidos que en cualquier otra parte del estado.

—Es raro —comenta volviendo a los dardos—. ¿No suelen llevarse a la gente se sus camas? Se llevaron a Jenkins del estacionamiento.

—Esta conversación se volvió aburrida —digo antes de levantarme e ir a otro lado—. Hola, ¿este taco esta ocupado?

—Soy Eric —dice un chico tatuado—. ¿Cuál es tu nombre?

—Kaylee.

—Kaylee —repite—. Es lindo... ¿sabes jugar pool? —cuestiona entregándome el taco—. Puedo enseñarte si quieres.

—Creo que sé lo suficiente —le respondo—. ¿Qué dicen? ¿Puedo jugar?

—Eso ni siquiera debería ser una pregunta, preciosa.

Ignoro su intento de coqueteo para centrarme en el juego, sujeto el taco tal y como me enseño Jason antes de golpear la bola blanca, sonrío con satisfacción al obtener los puntos correspondientes.

—Finalmente competencia de verdad —ríe Eric—. ¿Te puedo invitar un trago?

—¿Quieres emborrarme para así poder ganarme? —apoyo el taco en la mesa—. No lo creo.

—Un trago amistoso, ¿tequila o cerveza?

—Soy más de tequila —admito.

Veo como se acerca a la barra y vuelve con dos shots, los bebemos de inmediato antes de seguir jugando. Sus amigos se mantienen al margen todo el rato pues vamos empatados, estoy por golpear la bola blanca cuando siento unas manos en mi cintura sujetándome de forma posesiva.

Me voltea con cuidado logrando que mi espalda quede apoyada en la mesa, los ojos verdes de Dean me observan con intensidad antes de besarme con ganas. Recibo el gesto gustosa, coloco mis manos detrás de nuca mientras él da leves agarrones a mi trasero.