Capítulo 10 ⛦

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Kaylee:

Suelto una risa mientras corro por el pasillo del motel. Las manos de Dean se posan en mi cintura para hacerme girar, sujeto la bandeja de cartón con fuerza mientras se acerca para besarme con pasión.

—Vamos, Sam debe estar esperando —le susurro entre besos—. Dean...

—No me hables de mi hermano cuanto te beso —frunce el ceño—. Matas la pasión.

—Debe estar triste por lo de Ava, no tenemos que dejarlo tanto tiempo solo.

—Llevamos un mes haciéndole compañía —hace un puchero—. Casi no tenemos sexo por eso.

—Eres increíble —ironizo—. Te digo que tu hermano esta triste y tú piensas en que no hemos tenido sexo.

—¿Qué? Ambos tenemos necesidades —se excusa—. No puedo sacar mis manos de tu cuerpo.

—Tendrás que hacerlo —lo beso brevemente, hace una mueca cuando me separo—. Se enfriará el café.

Volteo para seguir mi camino a la habitación, no me sorprendo cuando siendo una palmada en mi trasero y escucho la risa de Dean. Ingresamos a la habitación cuando Sam está terminando de hablar con Ellen.

—Buenos días —le beso la mejilla luego de entregarle un vaso de café—. ¿Qué te dijo, Ellen?

—No tiene nada —suspira frustrado—. He revisado todas las bases de daros federales, estatales y locales. Nadie sabe algo sobre Ava. Ella solo... desapareció. ¿Qué tienen ustedes?

—Lo mismo de antes, lo siento —responde Dean.

—Ellen tenía algo. Un hotel en Cornwall, Connecticut. Dos accidentes raros en tres semanas.

—Define raro —le pido mientras me siento a su lado—. ¿Y qué tiene que ver con Ava?

—Es un trabajo. Una mujer se ahogó en la tina. Días después un señor cae de la escalera y se rompe el cuello. No es algo normal, ¿saben? No sé, tal vez no sea nada, pero le dije a Ellen que pensaríamos en verlo.

—¿Sí?

—Sí —afirma Sam hacia su hermano—. Pareces sorprendido.

—Pues sí —responde Dean—. Es solo que no es el estilo patentado Sam Winchester, ¿o sí?

—¿Estilo de qué?

—Creí que lo de Ava sería, no sé, más angustia, música triste y mirar por las ventanas —aclara Dean, ambos lo miramos mal—. Bien, ya me callo.

—Miren, yo fui quien le dijo que volviera a casa. Ahora el novio está muerto, y algún demonio se la llevó a Dios sabe dónde. ¿Ven? Hemos buscado durante un mes y tenemos nada.

—No es tu culpa, Sammy —le recuerdo—. No sabías que eso pasaría, de ser así estoy segura que la hubieras protegido.

—No la voy a olvidar, pero no voy a dejar que otras personas mueran —afirma Sam—. Tenemos que salvar las más que podamos.

—Wow... –exclama Dean—. Esa actitud es demasiado sana para mí. Estoy oficialmente incómodo ahora, gracias.

—Eres un idiota.

Me devuelve la sonrisa y termina aceptando el trabajo, cosa que agradezco ya que me estaba volviendo loca de estar en un mismo lugar.

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Hago sonar mi espalda cuando bajamos del Impala y saco un cigarro mientras observo a mi alrededor, es un hotel algo tétrico.

—Esto es excelente —comenta Dean—. Nunca tenemos trabajos como éste. Viejas casa embrujadas. ¿Ven? —sonríe como niño pequeño—. Niebla, pasajes secretos, acentos británicos.

ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora