ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀ

Capítulo 11 ⛦

Kaylee:

El ruido de un celular me comienza a despertar y maldigo internamente, escondo mi cabeza en el pecho desnudo de Dean mientras él pasa su brazo por mi cintura para atraerme más a su cuerpo.

—Dean —llama su hermano, no le responde—. ¿Hola? —atiende la llamada—. Papá, ¿estás herido? —cuestiona, sigo sin reaccionar—. Los hemos estado buscando por todas partes, ¿estás con Oliver?

—Dean —susurro para despertarlo, se queja—. Sam esta hablando con tu papá —se restriega los ojos—. Despierta.

—Estamos bien —dice el menor—. Papá, ¿dónde están? ¿Qué? ¿Por qué no?

—¿Es papá? —cuestiona Dean poniéndose la camiseta, apoya su cabeza en mi hombro—. Sam.

—Lo están buscando, ¿no es así? —deduce Sam—. Lo que mato a mamá y a la melliza de Oliver. ¿Un demonio? ¿Estás seguro?

—¿Un demonio? —repite el chico a mi lado—. ¿Qué esta diciendo?

—¿Saben donde está? —pregunta—. Déjanos ayudar. ¿Por qué no? ¿Quién quiere a Kaylee muerta?

—Dame el celular, Sam Winchester —le pido—. Sam... Samuel Winchester. 

—Él quiere hablar contigo —dice extrañado pasándome el celular, me levanto para tener un poco de privacidad.

—¿John? —cuestiono—. No creí volver a hablar contigo, pero aquí estoy.

—Mis hijos, ¿están bien?

—Sobrevivimos —respondo seca—. ¿Qué quieres de mi?

—Que dejen de buscarnos, sé que entendiste el mensaje de Oliver, pero Sam y Dean siguen buscando.

—Sí, son algo tercos —comento mirándolos—. Pero son buenos, deberías estar orgulloso de tus hijos.

—Necesito que me prometas que los harás entrar en razón —pide—. Sé lo importante que son tus promesas.

—Bien, lo prometo. Haré mi mayor esfuerzo —le digo—. Dame al idiota.

—Cuídense.

—No tienes que decirlo, tus hijos saben cuidarse muy bien —me cruzo de brazos—. Pásame a mi hermano, por favor.

—¿Kay Kay? —cuestiona Ollie, sonrío como idiota.

—Te voy a matar cuando te vea, maldito bastardo.

—Yo también te amo —suelta una risa ronca—. ¿Cómo esta Jace?

—Todos estamos bien —le aseguro—. Prometo que te golpeare a penas vuelva a verte.

—Te explicaré muchas cosas, pero ahora no tenemos mucho tiempo. Hablar así ya es peligroso.

—¿Qué quieres de mi, Ollie?

—Tengo un trabajo para ti, ¿puedes anotar los nombres?

—Déjame encontrar un lápiz —le digo mientras rebusco en mi bolso—. Escupe los nombre, rubio.

—¿Los anotaste? —pregunta luego de unos segundos, afirmo—. Bien, te amo.

—Te amo más —escucho como finaliza la llamada.

Cierro el celular para luego sentarme al lado de Dean y explicarles a ambos lo que me dijo su padre y luego lo que comento Oliver.

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