Capítulo 6 ⛦

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Narrador omnisciente:

Sam esta en la taberna de las Harvelle por pedido de su hermano. Dean y Kaylee están en el Impala besándose apasionadamente, no es la primera vez que tienen sexo en aquel auto. Se encuentran estacionados detrás del bar para no ser vistos.

—Si tu plan es no gritar, lamentablemente no lo vas a lograr, hermosa.

La espalda de Kaylee esta apoyada en los asientos traseros, sus mejillas rojas, su respiración es pesada y muerde su labio inferior. Tiene las piernas envueltas en la cintura de Dean mientras él se mueve dándole placer. Besos húmedos bajan por el cuello de la castaña sacándole suspiros.

—Dean —lo regaña cuando él succiona su piel dejándole algunas marcas—. Siempre haces...

Se queda en silencio cuando él atrapa sus labios entre los suyos y ella se deja llevar por aquel gesto. Aumenta el ritmo de sus caderas logrando que la castaña clave las uñas en su espalda mientras suelta sonidos de placer, sonidos que Dean podría escuchar todo el tiempo.

Ambos pares de ojos se observan con lujuria y cariño. La forma en que ella susurra su nombre siempre logra volverlo loco y ni hablar de la manera en que lo mira, es como si no existiera ningún otro chico, Kaylee lo hace sentir único y amado.

—Me encantas, castaña insoportable.

Eso logra hacerla reír y acerca sus labios a los de él para fundirse en un beso. Hace un par de segundos que terminaron su sesión de sexo pero ninguno se ha vestido aún. Kaylee ve la intención de él y no tarda en dar vuelta la situación acorralándolo debajo de ella.

—¿A dónde crees que vas, Dean Winchester?

—Tenemos un posible caso —responde él titubeante.

—Eso puede esperar un poco más —asegura Kaylee.

Dean traga saliva cuando ella comienza a dejar besos a lo largo de su pecho bajando con lentitud. Cierra los ojos cuando aquellos besos llegan a la altura de sus caderas, sin duda esa castaña lo volvería loco.

—¿Sigues queriendo salir de aquí? —pregunta ella con una sonrisa traviesa.

—El caso puede esperar —afirma él sintiendo crecer su erección.

La castaña lame sus labios antes de comenzar con el sexo oral. Los leves gemidos de Dean llegan a los oídos de Kaylee provocando que aumente el ritmo de las succiones y él enreda la mano en su cabello castaño tirando de el para manejar la situación. A Dean suele gustarle tener el control y ser posesivo, cosa que a ella no le molesta.

Los ojos verdosos de Kaylee se mantiene fijos en los suyos mientras le da placer, esa imagen lo enloquece aún más. Pasan un par de segundos antes de que Dean tome el control nuevamente posicionándola sobre él. Kaylee mueve sus caderas sin dejar de morder su labio inferior mientras él le acaricia los pechos. 

Dean la hace acostarse en su cuerpo cuando ambos llegan al clímax. Kaylee traza caricias en su pecho y él juguetea con unos mechones de su cabello, ambos están recuperando el aliento.

—Tenemos que hacer esto más seguido.

—Sí, por favor —responde ella riendo—. Ahora debemos irnos.

—Cinco minutos —la abraza contra él—. Solo cinco minutos más.

—No puedo decirte que no cuando me miras con esos preciosos ojos verdes.

Pasados los cinco minutos ella deja un suave beso en sus labios y ambos buscan su ropa para vestirse. Dean podría jurar que su corazón deja de latir cada vez que la observa, ¿podía alguien ser más preciosa?

ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora