Capítulo 19 ⛦

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Narrador omnisciente:

Los cuatro cazadores estaban en un bar. Cada uno perdido en sus asuntos. Jason coqueteaba con una chica en la barra. Sam buscaba casos en los que pudieran ayudar. Kaylee bailaba sola en la pista improvisada robándose la atención, y Dean, bueno él se dedicaba a mirarla con una pequeña sonrisa en el rostro. 

Sam nota que su hermano esta algo distraído, cuando encuentra a la responsable de eso no puede evitar sentir un nudo en el estómago. Sam había comenzado a ver a Kaylee como su amiga los primeros días, ella hacía cosas ridículas solo para hacerlo reír o se desvelaba con él cuando no podía dormir. No se dio cuenta que le gustaba la castaña hasta que notó la atracción entre ella y Dean.

Sam no iba a revelar sus sentimientos a Kaylee, sabe que solo la haría sentir en aprietos y no quiere eso, tampoco quiere quitarle la felicidad a su hermano. Jason fue el primero en notar eso, pero prometió no decirle a su melliza, quien hasta el día de hoy no tiene idea de aquellos sentimientos.

Kaylee deja de bailar para ir a la barra a pedir algo de beber. Dean frunce el ceño cuando un chico se le acerca para invitarla a un trago. La castaña lo rechaza amablemente pero él insiste con una pequeña sonrisa. Dean sabe que ella se las puede arreglar sola pero llega a su límite cuando el sujeto coloca la mano en la espalda de su chica.

—Kaylee... —Dean carraspea acercándose—. ¿Está todo bien?

—Sí, sí —responde ella se inmediato al ver los celos en el rostro de su chico—. Estaba invitándome un trago pero le dije que estaba bien.

—¿Y quién eres tú? —pregunta el chico con burla—. ¿Su guardaespaldas o algo?

—No es tu asunto —le da un manotazo cuando intenta acercarse a la castaña—. Mi chica dijo que no quería ningún trago tuyo. Piérdete.

El chico les da una mirada aburrida antes de alejarse. Kaylee evita reírse por el ceño fruncido de Dean, su mirada era como si quisiera asesinarlo allí mismo, reacciona cuando la chica le acaricia el rostro.

—Sam nos está haciendo señas —indica ella—. Deberíamos ir.

—Prefiero quedarme aquí —atrapa los labios de ella con facilidad, se mueven en sincronía como si estuvieran hecho para el otro—. O podemos irnos.

Kaylee niega divertida al ver la insistencia con la que Sam los llama. Toma la mano de Dean para ir hasta allá. Jason deja de coquetear con la chica para acercarse a la mesa de su grupo con algo de fastidio, pues interrumpieron su coqueteo.

—Creo que tengo algo —dice Sam.

—Yo también —agrega Jason sonriente—. Me está esperando en la barra.

—Necesitamos tomarnos una licencia —sugiere Dean acariciando las caderas de su castaña—. Un tiempito. ¿Qué opinan?

—No tengo problemas en hacer una pausa —responde Kaylee.

Ella estira su mano para dejarla en el muslo interno de Dean, este traga saliva con dificultad conteniendo las ganas de llevársela a un lugar más privado. Claramente los otros dos chicos son ajenos a como crece la tensión sexual en sus respectivos hermanos.

—¿Qué somos hoy, chicos? —pregunta Sam cansado—. ¿Estrellas de rock? ¿Militares?

—Yo soy solos una chica en un bar disfrutando —sonríe Kaylee.

Dean la observa de reojo. Su nariz, sus labios apetecibles, sus cuencas verdosas, los mechones castaños cayendo sobre su rostro. La radiante sonrisa que siempre lo hace querer sonreír. Dean estaba perdido antes encontrar a Kaylee, creyó que nunca nadie querría quedarse luego de conocerlo, pero ella lo hizo y siempre lo haría.

ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora