Capítulo 15 ⛦

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Narrador omnisciente:

Los tres cazadores habían resuelto el caso de un set de grabación embrujado. Luego de eso los chicos fueron a la prisión para ayudar a un viejo amigo con un espíritu y Kaylee los ayudó a salir. Ahora deben esconderse gracias a que son fugitivos nuevamente.

Sam observa por la ventana mientras Kaylee sale del baño con el cabello húmedo, Dean no quiso esperarla para averiguar por lo que anda de malhumor, están siguiendo el rastro de Djin y él se fue solo a recorrer el lugar.

Los chicos le informan que el lugar donde se esconden es ruinas y Dean decidió ir solo sin devolverse a buscarlos. Claramente eso no era una buena idea. Dean lucha contra el Djin pero no logra defenderse y este lo deja en una especie de trance luego de tocar su frente.

Dean se despierta aturdido en una cómoda cama, frota sus ojos mientras se endereza y observa el lugar. Esta sin camiseta, pero eso no lo altera, sino la mujer desnuda a su lado.

Una mujer que no es su castaña.

Niega con la cabeza mientras se levanta de la cama con torpeza y se coloca una camiseta. Nunca pensó sentir aquel sentimiento de culpa que ahora estaba en su pecho. Kaylee lo odiaría, nunca lo perdonaría, perdería lo único bueno que ha tenido solo para él.

Sigue su camino por aquella casa desconocida sintiéndose la peor persona del universo. Kaylee era coqueta, a veces bromeaba y coqueteaba con chicos delante de él pero sabe que nunca se acostaría con otro. No había definido su relación pero era obvio que estaban juntos y ahora él lo había arruinado.

—¿Dean? —cuestiona Sam al responder la llamada—. ¿Qué pasa?

—Sam, gracias al cielo. No sé dónde diablos estoy e hice algo horrible que va a odiarme igual que ella.

—¿Qué? ¿Qué pasó? —pregunta preocupado—. ¿Quién es ella?

—Bueno, el Djin me atacó.

—¿El gin? ¿Tomaste gin?

—No, tonto —niega Dean—. El Djin. La criatura tenebrosa, ¿recuerdas? Me atacó y luego... oh mierda... desperté con una chica que no es Kaylee.

—¿Kaylee? —repite Sam aún más confundido—. No conocemos a ninguna Kaylee.

—¿Como que no? Kaylee Patterson —alega Dean—. La castaña insoportable. Tú tuviste un crush con ella y yo... yo la quiero, es complicado pero estamos juntos.

—Dean, estás ebrio —Sam evita reírse—. Estás saliendo con Carmen desde siempre, no sé quien diablos es Kaylee, debes haber bebido demasiado.

—No estoy borracho, estoy preocupado —insiste Dean—. Necesito saber dónde está Kaylee. Debo encontrarla.

—Mira, es tarde, así que duerme un poco. Te veré mañana.

Dean observa el teléfono ya que Sam le cortó, suspira frustrado y se pone a buscar el contacto de la castaña pero no lo encuentra. Revisa el lugar encontrándose con un sobre.

—¿Lawrence? —cambia de sobre encontrándose con uno dirigido a él—. ¿Qué diablos?

—¿Cariño? —escucha una voz femenina y voltea—. ¿Qué haces levantando?

—Hola... Carmen... —sonríe nervioso—. Carmen, yo... uhm...

—No puedes dormir, ¿no? —ella le acaricia el pecho, eso no se siente bien, no como cuando Kaylee lo hace—. Ven a la cama y veamos si puedo hacer algo para ayudarte.

—Uhm... un minuto —pide Dean—. Adelántate.

—No te quedes mucho levantado.

Esta por darle un beso pero el retrocede torpemente. Carmen frunce el ceño por su comportamiento raro y Dean traga saliva  si le cuenta todo solo la confundirá. La mujer camina de vuelta al dormitorio sin decirle nada más.

ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora