ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀ

Capítulo 17 ⛦

Narrador omnisciente:

Esa noche Bobby encontró la casa hecha cenizas y rescató dos cosas de entre aquellos escombros. Dean ya quería rendirse al ver el cuerpo de Sam, pero cuando vio el collar de mariposa y la pulsera roja de Kaylee quiso morir.

Su castaña insoportable había muerto, había muerto quemada en esa casa, tampoco pudo protegerla a ella.

Bobby tuvo que llamar a los hermanos de la chica para explicarles lo que había ocurrido. No le sorprendió cuando Jason Patterson finalizó la llamada sin decir nada.

Dean tiene los ojos sobre el cuerpo de Sam, el cual descansa sin vida en la cama. Juega con la pulsera roja que era de Kaylee, ahora él la tiene puesta y guardó el collar en un cajón.

¿Cómo era posible que perdiera a las dos personas más importantes de su vida? ¿Por qué el destino lo odia tanto? ¿Acaso no merece ser feliz?

—¿Dean? —escucha la voz de Bobby, lo ve con una caja de comida—. Vengo a traerte esto.

—No, gracias, estoy bien —responde Dean con voz neutra y ojos cristalizados.

—Deberías comer algo —insiste Bobby.

—Dije que estoy bien —replica con dureza antes de tomar un sorbo de la botella de alcohol.

—Dean, lamento mencionar esto, de veras —Bobby suspira—. Pero no crees que tal vez sea hora... de enterrar a Sam —él niega—.  Bueno, tal vez podríamos...

—¿Quemar su cadáver? —interrumpe Dean, una opresión se instala en su pecho al recordar la forma en que murió su castaña—. Todavía no.

—Quiero que vengas conmigo.

—No iré a ningún lado.

—Dean, por favor.

—¿Me dejas en paz? —pide Dean mirando la pulsera roja en su muñeca.

—Solo creo que no debes estar solo, eso es todo —dice Bobby, más silencio—. Debo admitir que podrías ayudarme. Sucede algo grande, como el fin del mundo.

—¡Entonces que acabe!

—No lo dices en serio —niega Bobby sabiendo que habla desde el dolor de la pérdida.

—¿No lo crees? ¿No crees que ya di demasiado? ¿De qué le sirvió a Kaylee? ¿No crees que pagué lo suficiente? Terminé con esto —Dean niega con la cabeza—. Si supieras lo que te conviene, te largarías de aquí. ¡Vete! —lo empuja del hombro—. Lo siento. Lo siento. Por favor, solo vete.

—Sabes dónde estaré —dice Bobby antes de irse.

Dean siente una lágrima correr por su mejilla mientras observa el cuerpo inerte de Sam sobre la cama. Sabe que un abrazo de Kaylee podría calmarlo, hacerlo sentir un poco más vivo, pero le destroza saber que ella ya no está más en este mundo y que tendrá que vivir con aquel vacío.

El mayor miedo de Dean siempre fue perder a Sam, pero desde que conoció a Kaylee eso cambio, su mayor miedo era perderla a ella. Y ahora la había perdido. Los había perdido a ambos.

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Jason Patterson está en la habitación que solía ser de Kaylee, se encuentra sentado en la cama observando una fotografía de ambos.

—¿Dónde estás ahora, Kays? —el rubio teñido siente una opresión en su pecho—. ¿Dónde estás realmente?

La llamada de Bobby lo hizo querer destrozar em mundo entero. Parte de él se negaba a aceptar que su melliza estaba muerta, se negaba a creer que después de todo había tenido un final trágico. Y la otra parte se culpaba por haberla dejado sola con los Winchester.