ᴅᴇꜱᴇʀᴠᴇ ʏᴏᴜ | ᴅᴇᴀɴ ᴡɪɴᴄʜᴇꜱᴛᴇʀ

Capítulo 13 ⛦

Narrador omnisciente:

Sam está sentado en el sofá del motel leyendo unos libros mientras Dean come patatas fritas. La música es lo único que se escucha en el lugar. Kaylee no está con ellos ya que fue a visitar a sus hermanos unos días, estaban preocupados por ella y decidió ir a calmarlos.

—Oye —Sam llama a Dean—. ¿Te importaría no comer eso en mi cama?

—No, no me importa —niega Dean llevándose más comida a la boca—. ¿Cómo va la investigación?

—¿Sabes cómo va? Lenta —cierra su libro frustrado—. ¿Sabes cómo podría ir más rápido? ¡Si tuviera mi computadora! —Dean le sonríe falsamente—. ¿Podrías bajarle a la música, por favor?

—Sí, por supuesto —gira la perilla para subir el volumen.

—¿Sabes qué? Tal vez deberías ir a dar una vuelta —sugiere Sam—. Ir por Kaylee.

—Sí, me encantaría ir a buscarla. Es una buena idea —admite Dean molesto—. Por desgracia mi auto no tiene ruedas.

—Dean, ya te dije que ni tuve nada que...

Se queda en silencio cuando escucha los golpes en la puerta. Ambos miran hacia allá y Sam termina levantándose para abrir.

—Hola, Bobby —lo saluda, ve a otra persona junto a él—. ¿Kay Kay?

—Muchachos —saluda Bobby entrando seguido de la castaña—. Traje algo de compañía.

—Hola, Bobby —Dean se levanta de la cama, se fija en la chica—. ¿Kaylee?

—Gracias por venir —dice Sam.

—¿Cómo es que Bobby consigue traerte hasta aquí y yo no? —cuestiona Dean en un susurro—. Ya hablaremos de eso.

—Eres un idiota —niega ella—. Vine porque dijo que necesitaban ayuda, vine por ti.

—Entonces... —murmura Bobby—. ¿Qué ocurre aquí que no podían decirlo por teléfono?

—Es acerca del trabajo. No sabíamos si nos creerías.

—Yo puedo creer mucho —ríe Bobby.

—No, sí, sí, lo sé —afirma Sam—. Es solo que jamás habíamos visto y no quería molestar a Kaylee.

—Yo la molesté de todos modos —señala Bobby—. ¿Por qué nos cuentan todo desde el principio?

Kaylee aparta el plato de plástico para sentarse en el colchón junto a Dean, Sam acomoda una silla y Bobby se sienta en el otro colchón.

—Todo comenzó cuando descubrimos una necrología. Un profesor cayó de narices por la ventana de un cuarto piso. Solo que hay una leyenda que el edificio está encantado. Nos hicimos pasar por reporteros del diario local.

Sam comienza su relato con lo que logro averiguar en el bar sobre el supuesto edificio embrujado. Hace 30 años aparentemente una chica tuvo un amorío con un profesor y cuando él le terminó ella se suicido saltando del edificio. Luego de averiguar eso se acercó a Dean quien bebía en la barra con una chica.

—Woah ¡No, no! Un momento —interrumpe Dean molesto—. Así no es cómo pasó —mire a la castaña—. No estaba coqueteando con nadie.

—Tal vez eso no pasó —accede Sam—. Pero lo otro sí, ¿o me dirás que nunca tomaste purple nurple?

—Sí, quizá eso sí. Pero yo no coqueteaba con esa rubia, buscaba información

—¿Entonces como fue? —indaga Kaylee divertida.