(IV) El Viaje. Parte II

546 61 6
                                    

Muy bien. Haré unas modificaciones dado que el viaje de los Cinco Furioso y Po a la ciudad de Gongmen carece un poco de sentido, debido a la sucesión de biomas en que aparecen. Utilizaré la ciudad de Hong Kong como referencia a dicha ciudad y la provincia Xi'an como lugar de partida. (Ubicación posible del palacio de Jade) dejando al bioma del desierto a un lado y usando al río Guangzhou como ruta para llegar a dicha ciudad. Explicado esto(que no afecta en lo más mínimo la trama XD) continuo.

----o----

Tras abandonar el Valle de la Paz, el Guerrero Dragón y los Cinco Furiosos se adentraron en el largo sistema montañoso al sur de China. La ruta era muy escarpada, con grandes mesetas y acantilados sumamente elevados. Un tropiezo o un simple descuido sería motivo suficiente para tener una muerte segura.

El viaje se extendió por días, sino por semanas, sin más medio de transporte que sus propios pies. Avanzaban todo lo que podían durante el día, y montaban improvisados campamentos para pasar la noche, descansar y comer algo.

En la mayor parte del tiempo, Po se encontraba envuelto en sus pensamientos. Trataba con mucho esfuerzo recordar cualquier cosa, algo que le diera una pista que le diese respuesta a cualquiera de sus preguntas. Pero le era imposible recordar algo que había pasado hace tantos años.

El resto de maestros estaba visiblemente preocupado por Po. Aún se preguntaban qué fue lo que le había pasado en la aldea de los músicos. ¿Cuál fue el motivo por el cuál él se quedó paralizado? Inmóvil ante el peligro inminente. Nunca antes le habías pasado. Pero ninguno de ellos se atrevía a preguntar.

Finalmente, llegaron a un pueblo pesquero colindante a un caudaloso río al sur de China. Según los residentes, ese río fluía corriente abajo y los llevaría directo a la ciudad de Gongmen en un par de días en bote. Los pueblerinos se sintieron más que honrados por la presencia del Guerrero Dragón y de los Cinco Furiosos, y accedieron gustosos a prestarle una barcaza para que pudieran navegar el río hacia su destino.

El viaje por el río fue bastante ameno. La corriente no era muy violenta, y la barcaza se deslizaba con gracia sobre las mansas aguas. Pasó una noche y ya se encontraban a la mitad del camino. Se detenían a veces para preguntarles a los pescadores por la situación de la región, pero las noticias no eran alentadoras.

Según ellos, Shen se encerró en el palacio una vez tomó el poder. Los maestros Cocodrilo y Buey fueron tomados prisioneros, y estaban encerrados en las muy protegidas cárceles de la ciudad. Por otro lado, las calles de la metrópolis habían sido ocupadas por el inmenso ejército de lobo de Shen, y no tenían piedad alguna con los residentes.

Las noticias sólo impulsaron a Po y al resto a seguir adelante. Sabían que cada minuto contaba y que debían detener a Shen a cualquier costo. Finalmente cayó la noche del segundo día, y todos dormían tranquilamente dentro de la caseta de la barcaza, todos excepto Po.

El pelaje de Po se erizaba en pleno sueño, su respiración se descontrolaba y le sudaba todo el cuerpo. Más recuerdos bombardeaban su mente. Recuerdo de sangre, odio, temor, venganza. La señal de la muerte retumbaba en su memoria mientras el símbolo que vió pintado sobre la hombrera del líder de los bandidos lobos se manifestaba con violentas perturbaciones y manchas de sangre. Finalmente, Po se levantó del susto. Su corazón parecía que le saldría de su pecho y su respiración estaba completamente descompensada.

Miró alrededor y se tranquilizó al ver que aún se encontraba en el interior de la barcaza. Tomó una bocanada de aire, y salió al exterior para aclarar la mente, pensando que no había despertado a nadie. Al salir se fijó en la luz de la luna llena y en el basto cielo adornado con millones de estrellas, en ese momento, lo único que podía sentir era paz y tranquilidad.

????: - Buena noche para navegar, ¿eh? -

Po se dió la vuelta y se fijó en el pescador que accedió a transportarlos hasta Gongmen. Un conejo algo rudo, con un extraño parche negro en su ojo izquierdo.

Po: - Si que lo es. -

Pescador: - Si el viento no cambia, llegaremos a Gongmen al amanecer. -

Po: - Muy bien. Gracias por traernos. -

El conejo asintió con la cabeza y dejó de prestarle atención. Po miraba pacientemente el horizonte, hasta que una gota del rocío de la noche corrió por la botavara* y cayó sobre su cabeza. Po miró hacia arriba e intentó imitar los movimientos del maestro Shifu, pero la gota caía una y otra vez interrumpiendo su concentración.

Po: - Supongo que aún no es tiempo. - Dijo tras suspirar y moverse lentamente hacia otra zona de la barcaza.

Víbora: - ¿Tiempo de qué? - Dijo la maestra Víbora, que se había despertado y lo miraba desde un rato apoyada sobre el mástil.

Po: - Oh, maestra. Lamento haberla despertado. -

Víbora: - Está bien, Po. ¿Sabes? Los otros y yo estamos preocupados por ti. Hace un tiempo te vez diferente. Distanciado. ¿Ocurre algo malo? - Po suspiró profundamente.

Po: - Nunca antes me lo había cuestionado pero, de donde vengo yo. Es decir, obviamente mi padre, no es mi padre pero, ¿quién soy yo? -

Víbora: - Tu papá. ¿El ganso? -

Po: - Ja, ja. Por supuesto. Se que es no es muy lógico, pero igual lo voy a querer sin importar lo que pase. Pero presiento que en este viaje pueda saber algo más. -

Víbora: - Es natural querer saber de nuestro pasado, sin importar el origen. Y espero que puedas encontrar lo que estás buscando. - Po le agradeció con una silente sonrisa y se perdió en sus pensamientos mientras miraba el horizonte.

Mono: - ¡Eh! - Mono lo sacudió por los hombros y Po se llevó un buen susto.

Grulla: - Si que te gustan las bromas pesadas. - Dijo mientras el resto de maestros salían de la caseta de la barcaza.

Mono: - ¿Todo bien, amigo? -

Po: - Si. Solo me estaba

Pescador: - ¡La ciudad está a la vista! - Gritó desde la parte de atrás de la barcaza.

Los cinco maestros y Po se quedaron pasmados al ver la inmensidad de la ciudad, y la enorme torre del palacio imperial que sobresalía cientos de metros sobre el panorama. El pescador los llevó hasta la zona del puerto y atracó en uno de los muelles. Inmediatamente, un par de lobos se acercó a la barcaza para inspeccionar.

Lobo 1: - Eh. ¿Qué asuntos tiene en la ciudad de Gongmen? -

Pescador: - Vengo a comprar unas cosas para mi pueblo. -

Lobo 2: - Viene solo. -

Pescador: - Si. -

Uno de los lobos abordó dentro de la barcaza y revisó todo el lugar. Finalmente salió del interior y confirmó lo que decía el conejo.

Lobo 1: - Muy bien. Proceda. Son dos monedas por noche. -

Pescador: - ¿¡Dos monedas!? Es el doble que la última vez. -

Lobo 2: - Así son las cosas, felpudo. O lo tomas o regresas por donde viniste. -

El pescador pagó la cuota y se alejó de los muelles, no sin antes ver al Guerrero Dragón y a los Cinco Furiosos, los cuales se habían escondido debajo de los muelles.

Pescador: - Contamos con ustedes. Toda China cuenta con ustedes. - Dijo y se alejó, dejando un fuerte sentido de responsabilidad en el corazón de los maestros.

----o----

*Botavara: es un palo horizontal que, unido al mástil, permite sujetar la vela mayor y la orienta al mismo tiempo.

Kung Fu Panda Fanfic - El Ascenso de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora