(II) La primera lección

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Después de la leve "charla" en el interior del palacio, Shifu guió a Po al salón de entrenamiento donde se encontraban los Cinco Furiosos entrenando. Al abrir las puertas, pudieron ver la gran cantidad de equipos y maquinarias para perfeccionar las habilidades de Kung Fu.

Grulla entrenaba sus técnica de vuelo haciendo giros cerrados entre las columnas y su habilidad de desviar flechas con sus alas mientras mantenía el equilibrio sobre un inmenso bol de piedra. Al poco tiempo, la maestra Tigresa se le unió, y ambos comenzaron a combatir sobre el inmenso jarrón sin perder el equilibrio. Mantis entrenaba su velocidad al golpear los cientos de muñecos de combate de madera con forma de reptil. Sus articulaciones giratorias era una trampa para los novatos. Mientras más fuerte las golpease, más fuerte recibirán un golpe de retorno. Víbora entrenaba su predicción sobre unos tubos metálicos que escupían fuego. Mono entrenaba sobre las vigas del techo, usaba sus manos y su cola para columpiarse y evitar los anillos pendulares con cuchillas a los extremos. Finalmente, Tigresa entrenaba sobre los rodillos rotatorios mientras evitaba los péndulos con espinas que se abalanzaban sobre ella. Tras esquivar varios de ellos, golpeó a uno con todas sus fuerzas y lo hizo añicos, haciendo que uno de los trozos volara a gran velocidad hacia el rostro de Po.

Po agarró el trozo de madera con la mano y lo miro de cerca.

Po: - Impresionante. - Dijo al ver el pedazo de madera astillado para luego colocarlo sobre el suelo.

Shifu: - Empecemos. -

Po: - ¿Ahora? -

Shifu: - Si, ahora. A menos que creas que Oogway se equivocó y que eres el Guerrero Dragón. - Po suspiró.

Po: - ¿De verdad cree que yo pueda hacer todo eso? - Shifu se ríe de él.

Shifu: - Bueno. Si no lo intentamos no lo sabremos. -

Po: - ¿No tiene algo más apto para mí? -

Shifu: - ¿A qué te refieres exactamente? -

Po: - No lo sé. ¿Qué tal empezar por lo básico? -

Shifu: - No se si tenga lo necesario para ti. - Po levanta la cabeza y ve un muñeco de entrenamiento de goma.

Po: - ¿Qué tal con eso? - Señaló con la mano.

Shifu: - ¿Eso? Lo usamos para entrenar niños, o para mantener la puerta abierta cuando hace calor. Pero si insistes. -

En eso Po levanta la mirada y ve que los Cinco Furiosos se aproximan a donde él y Shifu estaban. Los maestros mostraban cierta desaprobación en sus rostros, pero Po se limitó a hacerles reverencia en señal de respeto sin decir una palabra.

Shifu: - Adelante panda. Muestra lo que sabes. - Po se mostró apenado.

Po: - Ellos se quedarán ahí. ¿O espero que vuelva al trabajo? -

Shifu: - Golpéalo. -

Po golpeó el muñeco muy suave, con temor a romperlo. El muñeco apenas retrocedió unos centímetros antes de recuperar la posición que tenía.

Shifu: - Inténtalo de nuevo. un poco más duro. -

Po usó toda su fuerza para golpear al muñeco, pero en cambio, le hizo un enorme agujero en el centro. El muñeco se desinfló sobre el suelo mientras Po miraba al resto algo apenado.

Po: - Creo que... - Suspira. - Lo lamento. -

Shifu: - Está bien. Acompáñame. -

Shifu caminó junto a Po y ambos se pararon justo al frente de los rodillos rotatorios.

Po: - ¿Qué está hacien? - Antes de que Po terminara de hablar, Shifu lo empujó a los rodillos.

Po hizo todo lo posible por mantener el equilibrio sobre los rodillos que giraba a gran velocidad mientras intentaba evadir los péndulos que se abalanzaban sobre él. Los Cinco Furiosos intentaron ayudarlo, pero Shifu se los impidió. Uno de los péndulos lo golpea en el brazo con las puntas de metal, y le provocó varias heridas. Molesto, Po se da vuelta y tritura uno de los péndulos con sus garras, pero no logra evitar otro que lo golpea justo de frente y lo manda a volar hacia el interior del bol de piedra. Dentro del bol, comienza a girar y a golpearse con las paredes, pero se las arregla para salir lo más pronto posible. Después de varios golpes en la cabeza y aún mareado, se dirigió a donde estaban los muñecos de entrenamiento. Las articulaciones de los muñecos empiezan a girar y a golpearlo sucesivamente por todos lados. Con furia, golpeó a varios de ellos sólo para recibir otros golpes de vuelta. Pero tras hacer pedazos a dos de ellos, logró escapar de ellos. Sin darse cuenta, se paró sobre los tubos que escupían fuego. Intentó escapar lo más pronto posible, pero el fuego logró alcanzarlo, provocándoles algunas quemaduras sobre su pelaje y piel.

Finalmente logró escapar de aquel infierno, y caminó sobre la plataforma hacia la puerta mientras se agarraba con fuerza el hombro izquierdo. Finalmente, pasó por el lado de Shifu u de los Cinco Furiosas sin decir una palabra.

Mono: - Oye amigo. ¿Estás bien? -

Víbora: - Po. ¿Cómo te encu? - Fue interrumpida por Shifu. -

Shifu: - ¡Panda! - Gritó con enojo al ver que los ignoraba. - ¿A dónde crees que vas? -

Po se detuvo en seco mientras eran visibles los moretones y las quemaduras que había sufrido, y al parecer tenía una dislocación en su hombro izquierdo. Se dió la vuelta lentamente y miró a Shifu con enfado mientras mostraba un moretón sobre su ojo derecho.

Po: - Iré a curarme Maestro. - Dijo con rabia y se fue del salón de entrenamiento.

Kung Fu Panda Fanfic - El Ascenso de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora