(III) Conociendo a mi Enemigo

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Sin perder un segundo, Po buscó una capa y un sombrero y se dirigió a las montañas del norte, donde la mina de hierro se encontraba. Este no era un asunto para dejar de lado, pues la repentina aparición de Tai Lung sin lugar a dudas era algo de sumo cuidado. Sobre todo por el hecho que hubiese atacado civiles de esa forma. 

Se suponía que el leopardo de las nieves había cambiado. Sobre todo después de las historias que la propia Tigresa le contó acerca de los sucesos de GongMen. Algo que solo contradecía lo que Po sospechaba. Tal vez se corrompió en el mundo de los espítitus. Tal vez siguió los pasos de Kai y había sido segado por el poder una vez más. Sin embargo, esto solo sería meras especulaciones.

Po llegó a su destino después de días de viaje. Heladas cumbres donde la nieve soplaba constantemente. Un lugar donde sería ¨imposible que una simple huella hubiese dejado su marca.¨ Sin embargo, el desastre estaba presente por todos lados. Po tuvo que examinar todo a detalle, pero no pudo encontrar nada. 

Ya adentrada la noche, Po no tuvo más remedio que prepara un fuego y cocinar algo para comer. Se estaba preparando una buena ración de dumpling al vapor, cuando un ruido captó su atención. 

Po se dió la vuelta, pero nada llamó particularmente su atención. Miró a todas direcciones, pero no lograba ver nada. Entonces, lo escuchó una vez más. Un sonido extraño, como si alguien se estuviese quejando de algún dolor. 

Po avanzó lentamente, atento a cualquier peligro inminente. No sabía si se trataba de alguien hostil, así que era mejor estar preparado. Pero su cautela se convirtió en temor cuando vió a un minero casi sepultado por una gran cantidad de escombros. 

Minero: - A... yuda... - Fue todo lo que pudo decir al verlo. 

Po: - Resiste... -

Po miró los escombros sobre él. Era un minero fuerte, motivo por el cual aún seguía con vida, pero bajo escombros más cercanos pudo ver la escalofriante escena de varias manos y pies que salían de las toneladas de piedra que lo sepultaban. Al menos diez muertos a su vista... ¿Quién sabe cuantos más podrían haber bajo esos rocas?

Con un movimiento de su báculo, Po dibujó un carácter que se materializó como una estela de Chi, la cual se concentró sobre su puño al darle un potente golpe sobre la piedra que la rompió en mil pedazos. Tiempo suficiente para tomar al minero herido y sacarlo de allí antes que otros escombros cayesen por su propio peso. 

Po llevó al minero hacia su fogata, donde pudo curarlo con su chi y aliviarle el dolor, pero esa pierna derecha rota necesitaría atención médica obligatoriamente. Pero al menos con el poder del chi el dolor había disminuido, y los dumpling que Po le ofreció saciaron su maltratado estómago. 

Po: - ¿Qué pasó? - 

Minero: - Yo... No lo se con claridad. Lo vimos... Lo vimos... Era él... Tai Lung... Nunca olvidaría ese rostro. No sabemos como... vero estaba vivo... O eso pensaba. -

Po: - ¿Qué quieres decir? -

El minero se veía claramente afectado. Como si estuviese usando todas sus fuerzas para tratar de recordarlo todo a detalle. Pero con su debilidad y cansancio eso resultaría casi imposible.

Minero: - No sabría decirle con claridad... Tai Lung arrasó con todo... Vino con un ejército de... reptiles de algún tipo y se llevó todo nuestro acero... Luego... lo redujo todo a cenisas. -

Po: - ¿Ejército de reptiles? ¿Qué tipo de reptiles? -

Minero: - Eran... lagartijas... algo similar... no sabría decirlo... Muchos quedamos atrapados... No logramos sobrevivir... Yo... Yo pensé que moriría... allí... - 

Kung Fu Panda Fanfic - El Ascenso de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora