(X) Conflictos Internos

74 11 8
                                    

La gravedad lo atraía cada vez más y más hacia su muerte segura. Po descendía por el acantilado a una velocidad imposible. Más rápido con cada segundo que pasaba. Su kimono negro se agitaba con las ráfagas de viento, mientras el manto de niebla le impedía cuanto le quedaba para llegar a su tumba. Aún así, Po no mostró miedo en lo más absoluto, pues... comparado con saltar desde el Templo de Jade hasta el pueblo del Valle de la Paz, esto apenas era un pequeño brinco. 

Entonces, la niebla se disipó de golpe. Solo cien metros lo separaban del duro concreto, y la tejas de barro de una de los edificios de la ciudad. Po adquirió una pose serena, tranquila, nada acorde a  la situación en la que se encontraba en ese momento.

 Po adquirió una pose serena, tranquila, nada acorde a  la situación en la que se encontraba en ese momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Menos más que nadie estaba mirando a esa hora de la noche, o hubiese creído que había perdido la cordura. Con una gracia imposible para un ser tan grande, Po cayó sobre el tejado apoyando sus pies con la gracia de un cisne, deslizándose poco más de dos metros hacia el saliente del tejado hasta volver a encontrarse presa de la gravedad, dando una voltereta imposible hasta aterrizar como una pluma sobre los adoquinas de la calle. No hubo un minúsculo ruido. NI una señal que mostrase su presencia. Algo que aprendió bien de Tigresa.

Ahora, Po se alzaba lentamente, abatido más moral que físicamente. El sabor de la traición no era nada agradable, pero eso no podía detener su contienda. El rostro del panda mostraba su decepción y determinación. 

Un paso detrás de otro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un paso detrás de otro. Po se movía como un espíritu vengativo por las vacías calles de Juniper. Sobre su cabeza, una espeluznante luna roja manchaba con tonos carmesí todo a su paso. Era imposible saber si tal evento era meramente natural, o eran los espíritu del más allá temblando ante su furia. Y mira que oportuno... Justo ahora estaba comenzando a llover. 

Pero ni siquiera las frías gotas de agua que caían desde los cielos eran capace de frenat su colérico avance. Agua que tal vez, y solo tal vez, era un intento en vano del destino para calmar su cólera, pero eso no era suficiente. 

Aún así, el panda se detuvo. Algo lo había sujetado de la mano derecha, y su mirada cargada se desprecio se desvió hacia quienquiera que se atreviese a interrumpir su camino. Mas, ese rostro sanguinario tuvo que disiparse cuando se percató que aquella que lo detuvo, fue una de los conejos infantes con los que Zhen había compartido su comida apenas unas horas atrás. Una niña aterrada por la mirada asesina que Po le dedicó involuntariamente. 

Kung Fu Panda Fanfic - El Ascenso de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora