(XI) El Regreso del Héroe

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El tiempo se estremeció. Las paredes de la realidad se desgarraron, mientras incontables ondas de energía escapaban del mundo espiritual al mundo de los vivos. Aquellos que no tenía una mente fuerte serían capaces de caer en la locura tras una larga exposición, mientras sentía como sus cuerpos se quemaban a pesar del gélido clima de la habitación. Gongzhú estaba jugando con la propia muerte, un juego mortal y peligroso.

Entonces, una silueta se materializó frente a ojos de muchos. Una sombra que emanaba del portal dorado, como un ser llamado desde el más allá que poco a poco era succionado por fuerzas que no era capaz de comprender. Rastros de magia oscura desgarraban e flujo dorado del universo, llevando a rastra a aquel que se negaba a ser sometido. Pero en vano.

Entonces él apareció. Una leyenda, un héroe. Aquel que dió su vida por la mujer que amó y se sacrificó para purgar la peste de las calles de Gongmen. (Si quieren entender esto tendrán que leerse el Spin Off que hice) No había nadie como él... El propio... Tai Lung. 

Gongzhú: - Tai Lung

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Gongzhú: - Tai Lung... soy tu fan. Al menos... del que solías ser. -

Pero el leopardo de las nieves no dijo nada. Bastó con una rápida mirada para entender que algo definitivamente no estaba bien. Tai Lung no tenía idea de quien podría ser esa camaleona, pero el hecho que portase entre sus manos el Báculo de la Sabiduría era prueba más que suficiente de que debía enfrentarla y detenerla... De lo que sea que estuviese haciendo. 

Gongzhú: - Valla... Al parecer te desperté de un agradable sueño. -

Tai Lung: - ¿De dónde sacaste ese báculo? .

Gongzhú: - ¿Este? Me lo dió un viejo amigo tuyo. -

Tai Lung: - Po jamás te daría voluntariamente el báculo de Oogway a alguien como tú. -

Gongzhú: - ¿Quién dijo que fue voluntariamente? -

 Entonces, la dura piedra bajo sus pies se estremeció. Todo el salón comenzó a temblar, mientras colosales mecanismos hacían que las paredes se moviesen en contra de toda lógica natura. Secciones ocultas se alzaron como anillos infernales a su alrededor, donde se podían ver decenas de esas jaulas imbuídas en la ancestral magia negra. Magia que no el propio Guerrero Dragón fue capaz de romper. 

Tal Lung incluso sintió un escalofríos recorrer su ya muerto cuerpo, mientras por acto de mero reflejo movía su pierna derecha hacia atrás, tomando involuntariamente una postura de combate. Mientras analizaba lo más rápido que podía a los centenares de reptiles armados que lo rodeaban. 

Tai Lung: - ¿Qué quieres de mí? -

Gongzhú: - Lo quiero todo... -

Con una simple seña de la camaleona, cada ser armado de la habitación se lanzó sobre el leopardo de las nieves. Decenas de alabardas mortales se lanzaban sobre Tai Lung, quien no estaba dispuesto a comprobar si su cuerpo espiritual materializado en el mundo de los vivos podía ser afectado o no por armas mundanas. Aún así, ningún presente estaba a su altura en el combate.

Kung Fu Panda Fanfic - El Ascenso de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora