(II) Encuentro inesperado.

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Para muchos fue extraño ver al gran maestro Po observando las prácticas de los miles de alumnos de la escuela. Por lo general, el panda se dedicaba exclusivamente a entrenar a los nuevos cinco furiosos, pero ha pasado una semana desde que Po y Víbora entrañan juntos a todos los estudiantes por igual.

Ahora, los cinco furiosos eran simplemente otros entre miles por igual. Puliendo técnicas ya conocidas, mientras él maestro Po caminaba entre las incontables filas de estudiantes. Los veía a todos por igual, y su rostro serio no mostraba cambios ante ningún estudiante. Era como si estuviese buscando algo... a alguien. Pero nadie salvo Víbora sabia que era. Sin embargo... ese alguien nunca llegaba.

Ahora Po y su esposa se encontraban en su cuarto después de un largo día de entrenamiento. Con la presencia del gran maestro, las prácticas se volvieron más rigurosas, y tanto alumnos como profesores terminaban exhaustos después de los largos días. Ya había pasado una semana... y nada presentaba señales de cambios.

Vibora: - No te preocupes cariño. Pronto encontrarás al indicado. -

Po: - No lo se... Yo... No siento... ni siento ese algo que me diga quien es el correcto... -

Vibora: - ¿A que te refieres? -

Po: - Cuando hable con el maestro Oogway en el mundo de los espiritus, él me contó el motivo de su elección. El vio en mi el pasado y el futuro del Kung Fu. Lo que yo era... Y lo que podía hacer. No fue una elección premeritada... Había un porque en sus palabras... Un porqué no que logró descubrir. -

Vibora: - No te preocupes, tesoro.. Se que pronto lo encontraras. Estoy segura. -

Po: - Eso espero... Eso espero. -

Sin embargo, para Po no fue nada sencillo. Había pasado un año desde que comenzó a buscar a su sucesor, pero no pudo encontrarlo. El panda recorrió en solitario cada escuela de Kung Fu de toda China. Las escuelas de sus viejos amigos y antiguos Cinco Furiosos no fueron la excepción. Las escuelas de Mono y Grulla tenían muy buenos estudiantes, pero tampoco pudo sentir esa chispa que Po estaba buscando. Incluso la gran escuale de GongMen lideraba por Tigresa, parecía no poseer al tan esperado sucesor que Po estaba buscando. Y así, sin más opción que esperar a que el destino le mandase esa tan anhelada señal... El maestro panda no tuvo más opción que regresa a casa... derrotado.

Lo que Po ignoraba, era que el destino ya tenía algo planeado para él.

Era una cálida tarde, y Po estaba meditando en su lugar favorito bajo la sombra del durazno de la Sabiduría Celestia. La paz que encontraba en ese lugar era única, y la tranquilidad no tenía precio. Más en ese día en especifico, donde ni siquiera el trinar de los pájaros interrumpía su tan anhelado silencio. Silencio que, le permitió oír otras cosas.

Los ojos de Po se abrieron al sentir un extraño ruido, uno que era muy diferente a la que solía oír a diario. Alzó la mirada para buscar la causa que molestaba su tranquilidad, y rápidamente encontró el motivo. Una sombra se desplazaba por los muros exteriores del Salón de los Heroes... Una sombra que evidentemente no había venido simplemente de visita. Había que ser muy estúpido para realmente intentar robar en el Templo del Valle de la Paz... Pero encesta mundo... existe todo tipo de locos.

Po: - ¡Se que estas allí! ¡Si dejas tu estupidez y te entregas voluntariamente, pues de que reduzcamos tu sentencia a la mitad! - Grito tan pronto entró al Salón de los Héroes.

Sin embargo, no hubo respuesta. No hacía falta hacer una revisión de inventario para saber que el ladrón se había robado. Po conocía ese lugar como la palma de su mano, y con sólo una mirada, pudo notar los diferentes objetos y reliquias invaluables que faltaba.

Kung Fu Panda Fanfic - El Ascenso de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora