(II) Aún No Estoy Listo

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Los Cinco Furiosos se inclinaron ante Po, como muestra de respeto hacia su nuevo maestro.

Po: - Eh. Chicos. Ya está bien. No tienen que seguir con esto. -

Mono: - Esperamos sus instrucciones, maestro. -

Po: - Lo digo en serio, chicos. - Decía algo preocupado.

Víbora: - Nosotros también. Maestro. -

Po se restregó la cara fuertemente con su mano. Sabía que no estaba listo para enseñar, mucho menos a los Cinco Furiosos, y su nerviosismo sólo aumentaba al ver que los maestros esperaban por él. Luego Po respiró profundamente, y se animó a intentarlo.

Po: - Muy bien. Veamos qué pasa. ¡A sus puestos! - Gritó con autoridad.

Cinco Furiosos: - ¡Si, maestro! -

Los estudiantes descendieron a la zona de entrenamiento y comenzaron sus rutinas, pero tal cómo Po temía, sus instrucciones no eran las adecuadas. Los Cinco Furiosos hacían lo imposible por seguir las instrucciones de Po, aunque todas eran incorrectas y muy poco pensadas. Como consecuencia, Mono fue casi triturado por los rodillos giratorios, Tigresa se golpeó con un péndulo con espinas con fuerza al saltar por una mala instrucción de Po, y las agujas hicieron algunas heridas leves sobre su espalda.Víbora terminó enredada con Grulla al interponerse en medio de él en pleno vuelo y Mantis casi termina aplastado. Po se estremecía cada vez más y más con cada error que cometía, hasta que ya no pudo más.

Po: - ¡Suficiente! - Gritó exaltado - Suficiente. - Los cinco maestros lo miraban preocupados.

Víbora: - Po. Esta bi... -

Po: - No, Víbora. No lo está. - La interrumpió alterado. - Ustedes. - Llamó la atención de los patos sirvientes del palacio de Jade. - Llevad a los Cinco a enfermería y tratad sus heridas. -

Sirvientes: - Si, maestro. -

Po: - ¡Y dejad de llamarme maestro! - Gritó alterado. - No lo merezco. - Po fijó su mirada en el suelo y abandonó el salón de entrenamiento.

Mono: - Po. Espera. - Pero Po no hizo caso.

Po estaba desilusionado consigo mismo. Se sentía un fiasco. Y se alejó de todos ocultándose en su lugar favorito: La formación rocoso que sobresalía de los riscos donde crecía el frondoso durazno. Po estaba sentado en la orilla, mirando el horizonte mientras la leve briza de la noche golpeaba su rostro. En paz, y pensativo.

Shifu: - Veo que las cosas no salieron bien allá atrás. -

Po: - Oh. Hola maestro Shifu. - Dijo exaltado al salir de pronto de sus pensamientos, pero luego volvió la mirada en la lejanía.

Shifu: - ¿Por qué estás preocupado? -

Po: - ¿Cómo fue que se le ocurrió que yo podía entrenar a los Cinco Furiosos? -

Shifu: - Oh. Yo sabía que no podrías. -

Po: - ¿Es en serio? ¿Me envió a fallar a propósito? ¿Por qué? - Preguntaba algo enojado.

Shifu: - Porque si siempre haces lo que sabes hacer nunca serás más de lo que eres. - Las palabras de Shifu dejaron a Po confundido.

Po: - Ja. Cada vez se parece más a Oogway. -

Shifu: - Tomaré eso cómo un cumplido. - Ambos se rieron un poco.

Po: - No lo volveré a hacer. - Dijo después de una larga y silenciosa pausa.

Shifu: - ¿El que? ¿Enseñar o se humillado? -

Po: - Ambas. - dijo algo molesto.

Shifu: - Ah... Po. Los caminos del Kung Fu son muchos más complejos de lo que podemos imaginar. Pero Oogway vió una grandeza en ti. Una grandeza que yo no pude ver, y que tú aún no ves. -

Po: - Si... grandeza. - Dijo desanimado.

Shifu: - Panda... hay mucho que aún debes aprender. Y ser maestro te lo enseñará. -

Po se dió vuelta algo extrañado sin poder entender a lo que su maestro quería decir, pero en cambio, Shifu hizo una extraños movimientos similares a cuando intentaba buscar la paz interior y sus manos comenzaron a emanar una extraña luz amarilla y cálida. Po se quedó en shock al ver como la energía que se había concentrado en las manos de Shifu se transfirió a un pequeño brote de durazno que había cerca de ellos. Y casi de inmediato, el pequeño brote creció uno centímetros y le salieron algunos hermosos brotes verdes.

Po: - ¿Qué qué fue eso? -

Shifu: - Eso, Po. Fue Chi. -

Po: - ¿La energía de los seres vivos de la cual Oogway hablaba en los rollos del palacio? -

Shifu: - Wao. Veo que has estudiado. -

Po: - Lo leí varias veces. Pero me parecía tan maravilloso que parecía ser... irreal. -

Shifu: - Bueno. Hay muchos misterios que Oogway aún no nos ha revelado. Y debemos seguir sus pasos uno por uno. Y por eso tu... debes aprender a ser maestro. - Po se dió la vuelta cabizbajo.

Po: - Nunca seré como usted, maestro. - Dijo desilusionado.

Shifu: - No estoy tratando de convertirte en mi. Estoy tratando de convertirte en ti. -

Po suspiró profundamente al no entender una palabra de lo que Shifu quería explicarle, pero al darse vuelta, el pequeño panda rojo ya se había esfumado.

Po no sabía si estaba más seguro o no que antes, pero sí sabía que su cabeza era un caos con tantos pensamientos encontrados. Así que se quedó allí hasta el amanecer, y bajó al pueblo a tratar de aclarar sus ideas.

Pero el plano terrenal no era el único que cabalgaba con malas noticias.

Kung Fu Panda Fanfic - El Ascenso de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora