POV EI
Ei: Creo que es lo mejor — dije en voz alta, convencida una vez más de mi decisión con respecto al departamento.
Estaba sentado leyendo una novela ligera en la mesa con el té y un plato de galletas listo para compartir con Yuki, el cual no tardaba mucho ya que normalmente el siempre llegaba a esta hora después del trabajo.
Mientras tanto, continúe con mi lectura por algunos minutos más, pero mi compañero seguía sin mostrar su presencia.
Dejé la novela a un lado. Me puse de pie y me dirigí al baño para ver mi cabello en el espejo. No se veía mal, pero si se notaba que me hacía falta cepillarlo. Seguramente la brisa que hubo cuando salí me habrá despeinado un poco.
Lavé mi rostro y me lo sequé con una toalla. Me observé en el espejo por algunos segundos. Sonreí ya que pensé en mi hermana. Éramos idénticas.
Me pregunto, si por casualidad Makoto estuviera aquí conmigo, ¿Yuki sería capaz de diferenciarnos y saber quién es quién?
Yo creo que sí. Posiblemente nos pueda diferenciar por nuestro comportamiento.
Makoto sería más espontánea, extrovertida y no ocultaria su curiosidad por este mundo. Posiblemente ella y Yuki se llevarían muy bien.
En cambio, yo sería un poco más retraída. No conversaría tanto con Yuki y solo estaría detrás de mi hermana para protegerla, para evitar que le sucediera algo en este mundo desconocido.
Pero también con el pasar del tiempo confiaría en Yuki como lo hago ahora. Tendríamos charlas de cosas triviales o iríamos de compras junto a Makoto ya fuese a Akihabara o algun centro comercial.
No lo niego, sería lindo tener a mi hermana conmigo en estos momentos. Compartir el té con ella. Hacerle muchas preguntas a Yuki y que este nos las respondiera pero a su vez nos generará mayores intrigas que de igual forma respondería.
Eso sería… algo muy lindo.
Pero honestamente, tampoco me desagrada estar sola con Yuki. Todo lo contrario. Estar con él era momentos que atesorare por el resto de mi vida.
Tras aquellas reflexiones salí del baño justo a la vez que mi compañero entraba a la habitación y nos veíamos mutuamente, provocando una sonrisa el uno al otro.
Alzó una pequeña caja que traía. Seguramente son cupcakes o alguna rebanada de pastel. De cualquier forma ambas opciones son más que bienvenidas.
Ei: Justo a tiempo, cómo siempre — comenté mientras servía el té.
Yuki: ¿Cómo te fue? — preguntó sacando los cupcakes de la caja — ¿Te divertiste?
Ei: Podría decirse que sí — respondí dándole su taza de té — Aunque también tuve tiempo para pensar en varias cosas.
Yuki: ¿Podría preguntar qué cosas?
Ei: Es un secreto — dije sonriéndole un poco.
Yuki: Está bien. No preguntaré más si no quieres.
Ei: No es que no quiera que preguntes, simplemente es que no quiero hablar de eso en este momento. Pero seguramente te lo diré después, ¿de acuerdo?
Yuki: Es tu decisión — comentó sonriendo levemente. Dándome a entender que aceptaría si le decía o no la verdad — Todos merecen tener sus secretos, ya sea un humano o una deidad.
Ei: No discutiré eso — expresé conforme para luego morder un cupcake, el cual tenía una sabor distinto pero delicioso — ¿Qué sabor es este? — pregunté dándole otra mordida.
ESTÁS LEYENDO
Mi Encuentro con la Eternidad
Science FictionTakahashi Yuki, un universitario de 20 años se cruza en su camino con una misteriosa mujer desmayada en medio de una tormenta y sin pensarlo decide ayudarla, sin imaginar que su vida dará un enorme giro de 180° grados al saber que aquella mujer era...