Capítulo 24

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POV YUKI

Yuki: Regresé — dije al entrar al departamento a la vez que bostezaban un poco.

Ei: Bienvenido, Yuki.

Al mirar al frente ví a Ei de pie mirándome mientras sonreía. Se veía muy linda. Traía el cabello suelto que le llegaba poco más abajo de la cintura.

Yuki: Gracias — le dije mientras sonreía. Me quité los tenis y fui directamente a la habitación en dónde ya estaba preparado el té.

Ei: Toma asiento — me pidió. Ella igualmente se sentó frente a mí y me sirvió un poco — Aquí tienes.

Yuki: Gracias — le di un trago y, al igual que otras veces, estaba delicioso.

Ei: ¿Te gustó?

Yuki: Sí — asentí levemente, pero a los pocos segundos volví a bostezar — Es justo lo que necesitaba.

Ei: ¿Estás cansado?

Yuki: Sí — respondí con sinceridad — Después de clases visitamos tres locales que tenemos como opciones para la página web y cuando terminamos me fui directo a la pastelería. Apenas llegué a tiempo. Tuvimos más gente de lo normal — dejé la taza a un lado y estiré un poco los brazos — Estoy agotado — sonreí levemente.

Ei: ¿Por qué estás feliz? ¿Acaso eso es bueno?

Yuki: Podría decirse que sí. Cómo hoy trabajé mucho significa que preparé muchos postres y eso me ayuda a mejorar. Es algo simple — Ei solo se quedó reflexionando durante unos segundos — Por cierto, te traje esto — abrí mi mochila y saqué una caja blanca — Aquí tienes.

Ei: ¿Qué es esto? — preguntó mientras abría la caja. Al hacerlo pude notar una inmediata sonrisa en su rostro — Dangos — expresó con alegría.

Yuki: Uno de los locales era una tienda de dulces. Asumí que te gustaría probarlos.

Ei: Muchas gracias — dijo con entusiasmo para seguidamente comenzar a comer.

Yo solo la observé. Se notaba que los estaba disfrutando mucho. Su sonrisa la delataba.

Yuki: (Que linda) — sonreía ante aquel pensamiento.

Ei: Pruébalo — me extendió un dango.

Yuki: Gracias — le di una mordida. En serio estaban deliciosos.

Cuando me lo terminé dejé el palillo sobre la mesa y volví a bostezar para luego dejarme caer de espaldas contra el suelo.

Ei: Yuki, ¿estás bien?

Escuché como se levantó de la mesa y en menos de cinco segundos estaba viendo su rostro sobre el mío.

Yuki: Solo estoy cansado. No te preocupes — cerré mis ojos y me quedé en silencio. Estuve casi un minuto así hasta que de repente sentí como levantaban mi cabeza y la recostaban sobre algo suave — ¿Que sucede? — abrí mis ojos. Lo primero que ví fue el rostro de Ei. Gracias al ángulo en el que estaba me di cuenta que estaba recostado en su regazo — ¿Qué haces? — pregunté confundido mientras me levantaba, pero en menos de un segundo la Shogun volvió a poner mi cabeza en su regazo.

Ei: Consideralo como un agradecimiento por los Dangos — respondió sonriendo levemente.

Yuki: ¿Estás segura? — desvíe la mirada hacia la habitación.

Ei: ¿Por qué lo dices?

Yuki: Si volteó a verte también veré tu pecho, aunque tienes una playera puesta sería algo raro — respondí avergonzado.

Mi Encuentro con la EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora