Capítulo 22

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POV EI

Desperté.

Sentía una sensación cálida y a la vez cómoda que envolvía mi cuerpo. Es extraño. Nunca había experimentado algo similar.

Abrí los ojos lentamente. Me acostumbré en pocos segundos a la luz que entraba por la ventana.

De inmediato, al recuperar la vista por completo, me percaté de lo cerca que estaba de Yuki. Su rostro y él mío se encontraban a pocos centímetros.

No entré en pánico. No era necesario.

Traté de moverme, pero de igual manera sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo en una especie de abrazo raro. La posición era extraña: su brazo derecho pasaba por detrás de mis hombros y el derecho por enfrente con su mano sobre mi brazo. Cómo digo, era una especie de abrazo un tanto extraño.

Me quedé viendolo por unos instantes. Seguía dormido. Seguramente habrá estado muy cansado. Si me moviera lo despertaría.

Ei: (Por está vez te lo dejaré pasar) — pensé a la vez que sonreía y me acomodaba lo mejor posible para seguir acostada a su lado.

Me quedé observando su rostro. Se veía tranquilo, indefenso, pero también más relajado.

Bajé un poco la mirada. Cada uno tenía su sábana cubriendo parte de su cuerpo; la de Yuki estaba un poco más abajo. Haciendo el menor movimiento posible tomé la suya y lo cubrí hasta donde pude. La habitación se sentía un poco fría, o así me parecía.

Lo miré nuevamente.

Al pensarlo, me doy cuenta que la distancia, tanto física como “emocional”, por así decirlo, es cada día menor.

Cuando nos conocimos lo ataqué, al día siguiente me abrazó, en los días posteriores empezamos a tomarnos de la mano, en Akihabara dormimos en la misma cama y ese mismo día me dió un beso en la mejilla.

Y hoy estamos aquí, durmiendo juntos y abrazados, bueno, solo él abrazandome a mí.

Era sorprendente la velocidad en que Yuki y yo avanzabamos: Tomarnos de la mano, darnos abrazos, besos en la mejilla, dormir juntos y despertar abrazados.

Todo parecía indicar que teníamos una relación. Que estábamos juntos. Que sentíamos algo el uno por el otro, y era así, al menos de parte de Yuki.

En cambio yo… Lo quiero. Lo dije anoche cuando estaba dormido. No me retractare de mis palabras.

De repente ví como él abría los ojos. Sus manos empezaron a moverse un poco.

Yuki: Buenos días… Ei… — dijo para después mirarme, causándole sorpresa la distancia a la que estábamos — ¡Lo siento! — empezó a separarse, pero se detuvo al ver que me estaba abrazando — Perdón — retiró sus brazos de mi cuerpo y se alejó un poco — No sé por que yo te-

Ei: No te preocupes — comenté sonriéndole por la gracia que me causaba verlo nervioso. Pocas veces lo he visto así — Está bien — me reincorporé un poco al igual que él — No sabía que abrazabas cuando dormías.

Yuki: Antes solía moverme un poco mientras dormía, pero jamás llegué a despertar estando abrazando algo o a alguien.

Ei: Entonces, ¿soy la primera persona que abrazas mientras duermes? — pregunté curiosa por escuchar su obvia respuesta.

Yuki: Sí… — sus mejillas se tornaron un poco rojas.

Ei: ¿Sabes, Yuki? — hablé captando su atención — Antes que despertaras estuve pensando en lo cercanos que nos hemos vuelto estos días.

Mi Encuentro con la EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora