Capítulo 39

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POV YUKI

Yuki: Ei — la llamé mientras le extendia una taza de té.

Ei: Gracias — respondió para luego dar un pequeño trago.

Tenía una actitud bastante seria, o eso daba a entender a cualquiera que la mirara, pero la verdad es que estaba algo preocupada, y el motivo era más que evidente.

Ei: Tu madre me odia — comentó de repente para luego suspirar un poco.

Yuki: Ella no te odia — me senté a su lado y la tomé de los hombros para atraerla junto a mí.

Ei: Dijo que odia a los Dioses, y yo soy una Diosa.

Yuki: Pero ella no lo sabe.

Ei: Pero cuando se entere me va a odiar, y de seguro tratara de hacer que me aleje de ti.

Yuki: Tranquila — la tomé de las mejillas y la hice mirarme — Mi madre no sabe que eres una Diosa, por lo que no debes preocuparte, ¿de acuerdo? — acaricié suavemente su rostro — Además, si algún día de lo llegamos a decir me aseguraré de que no te odie.

Ei: ¿En serio?

Yuki: Sí — asentí levemente. Me acerqué y le di un pequeño beso en los labios — Te quiero mucho.

Ei: Yo también te quiero — ahora ella y acercó y empezó a besarme.

La tomé de la cintura a la vez que ella se me subía encima provocando que me fuera de espaldas hacia el futón.

Se separó un poco, permitiendome observar su rostro. Sus mejillas, sus ojos, su nariz, sus labios… cada centímetro de ella era hermoso, incluso el pequeño lunar que tenía debajo de su ojo derecho.

Ei se acercó nuevamente. Me empezó a besar y le correspondí de inmediato. La tomé con cuidado de la cintura a la vez que ella cortaba la distancia entre nuestros cuerpos y se recostaban por completo sobre mí.

A los pocos segundos sentí como una sonrisa se formaba en sus labios.

Ei: Realmente haces que todas mis preocupaciones se vayan cuando estoy contigo — comentó mientras se recostaban sobre mi pecho.

Yuki: Me alegro — la abracé — Tú también haces que me olvide de todo cuando estoy contigo.

Ei solo sonrió un poco más y me dió un beso en los labios.

A los pocos segundos se separó y nos volvimos a sentar en el futón, sin embargo ella se puso detrás de mí y me abrazó por el cuello a la vez que se recargaba en mi espalda.

Ei: ¿Sabes? Ahora que lo pienso está situacion es un poco curiosa — comentó mientras se aferraba suavemente — Aunque sabemos que algún día terminaré regresando a Inazuma estuve preocupada por pensar en que tú madre nos separaría si supiera que soy una Diosa, por lo qué no debería sentirme mal ya que solo sería adelantar lo inevitable… — me tomó de lo hombros y me hizo acostarme de nuevo en el futón. Se acostó a mi lado y me tomó de las mejillas haciendo que la volteara a ver — Pero no quiero que eso suceda.

Empecé a sentir como mis mejillas se sonrojaban al igual que las de Ei.

Ei: No quiero que algo más que no sea mi responsabilidad con Inazuma nos separé — acarició suavemente mi mejilla a la vez que me sonreía y me miraba algo melancólica — ¿Estaré siendo egoísta al querer estar contigo, al querer seguir siendo novios apesar de que algún día me vaya y te termine lastimando por ello? — sus ojos empezaron a verse más cristalinos — ¿Puedo ser egoísta, Yuki? — una lágrima resbaló por su mejilla.

Yuki: Por supuesto — respondí mientras limpiaba sus lágrimas — Aunque seas la Arconte Electro y tengas una responsabilidad con tu nación también puedes serlo… — le di un beso en la mejilla y al mirarla le sonreí — Además, siempre he sido consciente de tu inminente partida, y aún así decidí decirte mis sentimientos e iniciar una relación contigo — ahora yo la tomé de las mejillas — Nunca me arrepentiré de mi decisión.

Mi Encuentro con la EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora