POV NARRADOR
Yuki: Regresé — dijo al entrar al departamento y posteriormente a la habitación, encontrandose con Sumi y Ei tomando un poco de té — ¿Qué haces aquí, Sumi? — preguntó curioso mientras se sentaba frente a la Arconte.
Sumi: Me preocupaba que Ei estuviera mal por lo que dijo mamá y vine a verla.
Yuki: (Así que ya la llama por su nombre) — sonrió ante aquel pensamiento — Faltaste a clases para venir a verla, ¿cierto? — preguntó al mirar a su hermana aún con el uniforme de la escuela.
Sumi: Sí.
Ei: Le dije que estoy bien después de haber hablado contigo, pero me alegra que también se preocupe por mí.
Sumi sonrió ante esas palabras.
Sumi: Por cierto, también Ei me contó que ya consiguió empleo — comentó con entusiasmo — Creo que ser maestra de kenjustu es el trabajo ideal para ella.
Ei: Solo seré asistente de Miyamoto-sensei, pero espero ayudar a que todos sus alumnos mejoren.
Sumi: Tranquila — sonrió y miró a la Shogun — Si eres paciente, y les explicas de buena manera, estoy segura que aprenderán.
Ei: Eso espero. Hace mucho que no enseñó a alguien a usar una katana.
Sumi: Perdón si te incomoda la pregunta, pero, ¿nunca le enseñaste a tu hermana a pelear?
Ei: Nunca hubo necesidad — sonrió levemente — Yo siempre fui la fuerza. Lideré en varias ocasiones a nuestro ejército durante las batallas. Makoto solo se encargaba de liderar al pueblo de Inazuma como la Arconte. Aunque decir que era débil es un error, después de todo seguía una Diosa, pero incluso hay veces que ser una Deidad no es suficiente — suspiró levemente. Recordó a Makoto llendo a Kaenri'ah, el lugar donde murió — Lo siento, ¿podemos cambiar de tema?
Sumi: Perdón por mencionar a tu hermana — expresó con culpa, pero al ver a Ei notó como le sonreía.
Ei: No hace falta que te disculpes. Yo fui quien decidió responder, ¿de acuerdo?
Sumi: Sí — asintió levemente.
A Yuki le pareció agradable ver a su hermana y a su novia hablando con calma. Parecía que cada vez se volvían más cercanas.
Yuki: ¿Qué dicen si comemos un poco de pastel? — sugirió, poniendo la caja con dicho postre sobre la mesa.
Ei se encargó de sacarlo del empaque. Era un pastel morado con decoraciones alrededor de la parte superior.
Ei: Se ve delicioso — comentó con alegría y ganas de probarlo.
Sumi fue por los platos y cubiertos. Yuki partió el pastel en partes iguales.
Antes de dar el primer bocado los hermanos tomaron sus tazas de té por petición de la Arconte.
Ei: Normalmente se brindaría con sake, pero esto igual está bien — comentó divertidamente — Solo quería darles las gracias a ambos por apoyarme — miró a Sumi — Comenzamos un poco mal cuándo nos conocimos, pero me alegra haberte dicho la verdad. Nos hizo más unidas.
Sumi: Por supuesto — expresó con alegría.
Ei: Yuki — miró al susodicho — Bueno, realmente ya sabes todo lo que opino de ti. Realmente te aprecio y te quiero mucho — se sonrojó levemente — Al igual que tú soy nueva en esto del romance, por lo que espero aprender y disfrutar a tu lado está relación de pareja. También quería darte las gracias por ayudarme a conseguir empleo. Honestamente estoy algo nerviosa, pero sé que cuando piense en ti lograré tranquilizarme y las cosas irán bien.
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Mi Encuentro con la Eternidad
Science FictionTakahashi Yuki, un universitario de 20 años se cruza en su camino con una misteriosa mujer desmayada en medio de una tormenta y sin pensarlo decide ayudarla, sin imaginar que su vida dará un enorme giro de 180° grados al saber que aquella mujer era...