POV NARRADOR
Yuki: Te emocionaste un poco, ¿no crees? - le preguntó a Ei mientras salían de otra librería con una bolsa de tela repleta de mangas y novelas ligeras.
Ei: Lo siento - dijo apenada - Me gustaron más títulos de los que creí. Todos son muy interesantes - volteó a ver a su compañero - ¿Estás molesto?
Yuki: Por supuesto que no, pero tendré que enseñarte cuánto podemos gastar. No quiero que nos quedemos sin comer hasta que me paguen la próxima la semana.
Ei: Perdón. Me entusiasmé con todo lo que había en la tienda que olvidé que tú pagas todo.
Yuki: Está bien. Seguramente a ti te daban todo lo que pedías, ¿no? - preguntó mientras ambos comenzaban a caminar por Akihabara.
Ei: Algo así. Cómo nadie sabía de mí Makoto me preguntaba si quería algo, ya fuera comida o alguna vestimenta. Normalmente solo le pedía comida y algunos postres de vez en cuando.
Yuki: Fuiste la Kagemusha de Makoto después de que ella se convirtiera en Arconte, ¿verdad?
Ei: Podría decirse que sí. Ella se encargaba de los temas políticos, yo era la estratega y la fuerza en el campo de batalla - sonrió al recordar a su hermana - Ambas nos complementabamos la una a la otra.
Yuki: Debió ser difícil asumir su puesto después de... bueno, lo que pasó en Kaenri'ah - comentó tratando de sonar lo más sensible posible.
Ei: Sí, lo fue - asintió levemente - Por eso creé a la marioneta de la Shogun Raiden mientras yo me encerré en el Plano de la Eutimia a meditar sobre la Eternidad - soltó un pequeño suspiro - No me arrepiento de haber buscando la Eternidad de Inazuma, de hecho todavía esa es mi meta, pero ahora pienso que hice mal en dejar a mi pueblo durante casi 500 años bajo el mandato de la Shogun Raiden y no salir de vez en cuando a ver cómo avanzaba Inazuma.
Yuki: Ya no te preocupes por eso - dijo mientras tomaba su mano, cosa que la Arconte aceptó sin problema alguno - Cómo te dije una vez, cometiste errores, pero ya estás mejorando como líder.
Ei: Gracias - sonrió por las palabras de su compañero a la vez que apretaba suavemente su mano que sujetaba.
Yuki: Bueno, ¿qué opinas si ahora buscamos un lugar donde comer? Ya me está dando un poco de hambre.
Ei: Sí. Lo mismo digo.
Sin soltarse de la mano ambos emprendieron camino en busca de algún lugar dónde poder comer, sin notar como algunas nubes empezaban a cubrir parcialmente el cielo.
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Maids: Bienvenidos, Amos - dijeron tres chicas vestidas de sirvientas que recibieron a Yuki y a Ei en la entrada.
Yuki/Ei: Con permiso - dijieron entrando al establecimiento.
Para Yuki no era nada nuevo estar en un maid café, sin embargo su acompañante veía todo con confusión. El lugar era muy colorido, y todos los clientes parecían estar felices.
Ei: ¿Qué es sitio? - preguntó a Yuki mientras una maid los acompañaba a su mesa.
Yuki: Es como una cafetería, pero aquí te atienden chicas vestidas de sirvientas, aunque creo que a veces se disfrazan de alguna otra cosa.
Ei: No lo entiendo muy bien - comentó algo confundida por eso último.
Nyoko: Mucho gusto, Amos. Soy Nyoko y seré su maid el día de hoy - comentó una chica vestida de forma elegante y con una actitud muy alegre.
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Mi Encuentro con la Eternidad
FantascienzaTakahashi Yuki, un universitario de 20 años se cruza en su camino con una misteriosa mujer desmayada en medio de una tormenta y sin pensarlo decide ayudarla, sin imaginar que su vida dará un enorme giro de 180° grados al saber que aquella mujer era...