La familia D. Casi nadie sabía de la mujer. Pero sabían de él hijo y del padre. Gol D Ace, se decía que era un demonio de fuego, que quemaba vivos a sus oponentes y tenía una mirada filosa.
Gol D Roger, era el hombre más peligroso del mundo, se dice que él consiguió todo lo que el mundo podía ofrecer.
Gol D Rouge, la mujer más protegida de los mares. Pocas personas la conocían, ella siempre mantenía un perfil bajo. Nadie sabía en donde se habitaba.
La marina se volvía loca, ya que padre eh hijo estaban fuera mientras que la mujer sola, era una gran oportunidad de chantajearlos.
Lo que no saben es que tanto Roger como Ace son discretos al llegar.
¡Mamá! ¡Ya llegue!— Ace se sacó los zapatos. Pronto vio a su madre con un mantel y una sonrisa.
Lávate, vamos a comer— Dijo ella. Ace asintió. Aunque tuvieron que esperar por que su padre aún no llegaba.
¡Apúrate! ¡¿Que tanto duras en la aldea?!— Ace miraba con fastidio a Roger quien de inmediato le plantó la cara.
¡Fui a comprar chocolates mocoso!— Dijo ya fastidiado, aunque ambos se detuvieron al ver las bandejas de comida.
La comida fue amena. Rouge ya no se sentía tan sola, ace se había ido a los diecisiete años, ahora tenía diecinueve, sentía que había pasado mucho.
Mientras que Roger. Roger podría tener 100 años y se veía como una lechuga. Sonriente y con su fuerza a su máximo esplendor.
Yo acabe con el, no tu— Dijo Roger. Ace empezó a negarlo. Aunque pronto terminó dormido sobre su plato.
No lo alteres tanto..— Dijo Rouge con una sonrisa. Roger sonrió.
Roger amaba a su esposa. Ace no sabía pero siempre venía a visitarla más que el, ya que no le gustaba que Rouge se quedara sola, seguro era difícil pasarla sola tanto tiempo.
Aunque él le dijo sobre tener otro bebé, ella dijo que estaba mal querer tenerlo solo por que se sentía sola.
Roger solo le dio la razón.
Ace se levantó del plato, su madre le pasó una toalla con la que se limpió la cara.
¿Como dormiste?— Pregunto Roger aún comiendo. Ace gruñó, y ya no dijo más.
Pronto los tres estaban en el patio. Por fin Ace usaba una camisa y pans. Roger como todo padre llevaba sandalias un short y una camisa veraniega.
¿No han venido a molestarte mamá?— Pregunto Ace comiendo las galletas que su madre le dio.
No cariño— Dijo Rouge tranquila. Sonrió al ver a su hijo.
Sabía que Ace tenía su propia tripulación. Eso le alegraba. Tenía en donde estar. Siempre le preocupaba. Que le pasará algo, pero sabía que Roger lo ayudaría. O eso esperaba. Ya que Roger siempre le decía a Ace que piratas son piratas.
Si algún día te veo y tienes algo que yo quiera te lo robare— Dijo Roger señalando a Ace.
¡¿Ah?! ¡Pues yo también lo haré!— Dio Ace más exaltado.
Suspiró ante el recuerdo. Sonrió. Sabía que Roger amaba a Ace más que a su vida, sabía que era capaz de todo por el.