Capitulo 24

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Roger desde que Ace quiso ser un pirata le prometió que jamás se metería en su camino.

Ace se había enojado mucho cuando la gente supo su apellido. Ya que por eso subieron su recompensa, y lo comparaban con el.

Cosa que a Ace le enojó, comió una fruta del diablo, quemo la bandera de su padre públicamente. Y Roger como todo buen pirata, decidió darle una buena regañada.

Se basó prácticamente en ir a donde él y darle un golpe que lo dejó enterrado en la tierra.

Deuce se estaba muriendo de miedo. Pero ace sacó su cabeza de la tierra y se quejó maldiciendo a Roger quien ya se estaba yendo.

Se trataba del rey de los piratas después de todo. No se veía siempre.

Desde esa vez jamás lo volvieron a ver. Roger cumplió su palabra y no se metió en la vida de su hijo. Claro, cuando visitaban a Rouge actuaban como si nada, una cosa era el mar y otra cosa era la calidez del hogar.

Hasta que un fatídico día, Roger se enteró de algo que no le gustó, fue lo más rápido que pudo al lugar.

Los marines que había en la isla, solo la habrían el paso a la tripulación de Roger. No les convenía meterse con esos hombres.

Un hombre había atravesado el pecho de su hijo. Su tripulación estaba en el piso, ace escupió sangre.

El hombre al ver a Roger retrocedió rápidamente.

Roger se acercó a Ace, ace tomó la camisa de su padre.

Soy un idiota papá— Dijo tan bajo que Roger apenas lo escucho.

Ace, ace, esta bien, ¿si? Vas a salir de aquí, papá te llevará a casa— Ace escupió sangre nuevamente. Lágrimas corrían por sus ojos. Roger no lo mostraba pero su corazón latía a mil, no sabía que hacer por su hijo, estaba mal, esto no podía estar pasando, él era su padre ¿como se había atrevido? 

Ace, papá te llevará a casa hijo, estarás bien— Dijo Roger. Se sacó su saco dejando ver su característica camisa rosa, tapó a Ace con ella.
Ace lo soltó pero Roger tomó su mano.

Papá.. y-yo.. dile a mamá que lo..  lo siento— Dijo, aunque las lágrimas salían de sus ojos. Ace le regaló una sonrisa. Una sonrisa que Roger jamás olvidaría.

¡Ace! hijo, tenemos..— Roger cayó, Ace había muerto. Su hijo había muerto frente a él.

Su muchacho había perdido la vida a la tierna edad de 18 años.

Su amor más preciado había muerto frente a él.

Si muchacho.

Su hijo.


Roger se levantó. Se arremangó las mangas y sacó a Ace de su funda, su haki se profundizó en ese momento, su presencia se hizo pesada, Marines se desmayaron uno tras otro.

Mientras que el asesino de su hijo, un almirante cuyo nombre no conocía ni le interesaba, Roger sabía que moriría ahí. Moriría por que él lo mataría.

Roger mato al almirante, aún muerto siguió golpeando su cuerpo, dejando que tomaran una foto de el cuerpo, era lo de menos para el.

Oh, pero no permitió ninguna de su hijo. Su hijo fue llevado al Oro Jackson, Roger aún debía de decirle a Rouge.

Fue fatal, Rouge lloro, lloro a mares en los brazos de Roger.

Dejó que Rouge lo mirara, en ese ataúd lleno de flores que ella misma había puesto. Una por una acomodándola bien.

Ya no lloraba. Roger solo pudo mirar el cielo, preguntándose en lo injusto que era cuando los hijos se iban antes que los padres.

Pero algo que jamás olvidaría. Es que Ace había vivido como él quiso, nadie lo detuvo, nadie podía detener esa voluntad de fuego.

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