Roger sabía lo que había pasado. Había tardado tanto en venir.
No pensó que nada de esto pasaría. Maldecía una y otra vez a los perros del gobierno.
Habían pasado casi cinco o tres años de la última vez que la vio.
Había venido con su tripulación. El mismo se había ido a ver la casa.
La casa con la que compartía su amor. Estaba abandonada, pero sintió una presencia en ella.
Fue fácil para él ver donde estaba esa presencia, esa pequeña presencia.
El Niño salió, con un palo de madera en manos. Temblando, vestía con ropa sucia y se veía delgado.
Para él fue como ver una hormiga.
¡V-Vete!— Dijo el Niño con una usual voz infantil.
Roger ladeó la cabeza. Examinó bien al Niño olvidándose de su coraje.
Pecas, cabello negro, hasta que llegó a sus ojos.Esos ojos eran de Rouge.
¡¿N-No.. no me e-escuchaste?!.. T-Te dije que te fueras!— El Niño temblaba a más no poder.
Oh, lo siento.. ¿es tu casa?.. lo lamento estaba buscando a alguien.— Dijo Roger. El Niño lo miro y retrocedió más.
N-no es mi casa.. es de mi mamá— Dijo el niño con una leve tristeza en la voz.
¿Tu mamá? ¿Donde esta ella?— El Niño bajo un poco el palo de madera pero no por completo.
No te importa.. v-vete ahora— Dijo el niño limpiando las lágrimas que salían de sus ojos.
Roger pensó. No podía irse, este Niño estaba aquí. En la casa de su amada.
Me iré... ¿qué tal si me dices tu nombre? A si sabré a quien le pertenece la casa.— El Niño recordó que su madre siempre le decía que no le de su nombre a cualquiera. Por qué se asustarían de él.
Recordaba que le contaba que su apellido venía de su padre. Un hombre tan fuerte como él mismo sol, tan grande como la luna, tan bueno como las nubes. Él siempre quiso conocer a su padre.
Gol D Ace... A-Ahora.. largo..— Dijo el Niño. Tal vez él le tendría miedo y se iría.
Pero el hombre no se fue. Ni si quiera se movió un poco. Miro al infante con adoración. Gol D Ace. De repente se vio sumergido en sus recuerdos.
Si tenemos hijos ¿como te gustaría ponerles?..— Pregunto Rouge abrazada a Roger.
Roger lo pensó.
Ace, si es hombre.. Anne si es mujer..— Rouge sonrió. Y Roger se enamoró una vez más de la mujer que tenía a su lado.
¿Por que?— Preguntó el. Rouge solo le sonrió y le dio un beso.
Roger estaba en shock. Pero no, no podía actuar de esta manera. Sonrió levemente al Niño.
¿Gol D Ace huh?..— Roger se tomó la barbilla. Tenía enfrente a su progenitor.
Tienes un lindo nombre..— Dijo Roger. El Niño lo miró de igual manera.
Yo me llamo Gol D Roger, mucho gusto Ace..— El Niño soltó el palo de repente. Mirando al hombre con los ojos bien abiertos.
De pronto recordó algo que le dijo su madre.
Oye mamá ¿yo tengo papá?.— Su madre detuvo lo que hacía. Volteo a su hijo y sonrió.
Si, tienes papá ¿quieres que te cuente de él? — Ace asintió pensó que lo vería en persona. Pero lo único que pudo hacer es imaginarlo.
Un hombre fuerte, grande y gracioso según su madre.
¡Ah! ¡Mi papá es genial! ¿Como se llama?— Rouge sonrió al ver a su hijo emocionado.
Se llama Gol D Roger— Ace jamás olvidó ese nombre.
Ahora ace veía el hombre frente a él. ¿El es su papá? Mordió su labio y limpio su cara. Se acercó al hombre y tomó su mano jalándolo hacia arriba.
Ace ahí tenía el cuerpo de su madre. Él quería que su madre tuviera una ceremonia. Pero él no sabía nada de eso.
Roger en cambio. Sabía lo que estaba detrás de la puerta.
Entró sin Ace, admirando la habitación que estaba intacta. Hasta podía decir que limpia. Imaginaba que ace la había estado limpiando.Miro el cuerpo de Rouge. Dio un gran suspiro.
Esa noche. Roger se llevó a Ace en brazos. El Niño se había escondido en el cuello de su padre abrazándolo.
Roger esa misma noche había dejado que la casa en donde compartió su amor se quemara y se reduciere a cenizas.
Por qué en sus brazos llevaba la única parte que había quedado de esas noches de amor, esas mañanas con desayuno y una sonrisa, esas tardes en el jardín.
Estaban ahí, con un Niño pecoso, que no dudo ni un poco en decirle papá.