Rouge pensó demasiado cuando ace le dijo que sería un pirata.Aunque su hijo ni si quiera le pidió permiso. Pues claro, también era hijo de Roger. Ella no esperaba que le pidiera permiso.
Ella lo dejó ser. Sabía que eso significaba que no la visitara por un largo tiempo. A si como Roger.
Volvería nuevamente a la soledad.
Roger jamás se metió en la vida de pirata de Ace, ya que había códigos piratas, los cuales ella conocía un poco.
Pero, le preocupaba ver de su hijo en noticias y de más. Debía de tranquilizarse.
Cinco años después. Roger fue ejecutado. El periódico decía que nadie se había presentado para detenerlo.
Rouge sabía las razones de Roger. Claro que lloro, lloro a mares por la muerte de su marido.Se preguntaba que sentía Ace, como se sentía, si estaba comiendo bien, si se había duchado.
Habían sido cinco años, y en esos cinco años su hijo no había ido a visitarla.Pero ella era bastante paciente, sabía que su hijo vendría en busca de consuelo en cualquier momento.
Y tuvo razón. Ver a Ace venir con una mochila en el hombro, caminando a pasos pesados, ella lo espero en la entrada de la puerta.
Ace— Dijo ella. Se veía tan grande, ace tenía una presencia poderosa a los ojos de Rouge, tal cual como Roger.
Su hijo se tiró de rodillas a sus pies. Tomó su vestido entre sus manos, y se puso a llorar.
Rouge sintió su corazón romperse.
M-Mamá.. y-yo.. el.. no.. yo no— Rouge se agacho, atrajo a su hijo hacia a ella pegándolo a su pecho y lo consoló.
Esta bien cariño, lo sé, era lo que él quería, ¿si? Yo se, yo se Ace— Ace lloro aún más balbuceando que él pudo hacer algo.
Ace no dejaba de decir que su padre debió ser eterno.
Rouge consoló a su hijo, dándole comida, y calmando su llanto.
Ace por momentos se había olvidado que tenia a donde regresar, Ace se aseguraría de ver más a su madre, ya que era lo único que le quedaba en esta vida.