VII

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Capitulo 7

|Comunicación|

«Entonces me dí cuenta que no éramos tan diferentes cómo creímos »

Despertó con una jaqueca eminente que no se detenía a tal grado de no querer abrir los ojos por un tiempo y al abrirlo de golpe se encontró con aquella monótona habitación, esperaba como todo esté tiempo que haya sido una especie de pesadilla pero no fue así, seguía siendo una realidad espantosa se la que quería salir. No podía resistirlo más, no tenía idea de cuántos días habían pasado en todo ese trayecto pero sabía que eran más de lo que debía ser la misión que le habían encomendado en un principio. Ella no era una chica de esas sentimentales que lloraba como damisela secuestrada aunque tampoco era la mujer más fuerte del mundo emocionalmente, pero no pudo evitar pensar en su equipo, su padres, sus amigas y compañeros además de todos sus conocidos.

Extrañaba a su padre, a su madre y él simple hecho de estar en la floristería era glorioso, es cierto lo que dicen de uno no sabe lo que tiene gasta perderlo y eso le sucedía. Desde allí no se miraba la hora solo los rayos que calculaba era de día, no estaba Itachi y se escuchaba un absoluto silencio.

Mordió sus labios con fuerzas y los recursos de su aldea pasaron fugaces. Sin darse cuentas estaba llorando, no podía controlar sus lágrimas, menos su respiración a tal punto de descontrolarse por completo en ataques de hipo y llanto descontrolado que la deshace por completo. Al diábolo aparentar ser fuerte ante el enemigo que quien sabe cuándo va asesinarte ella quería llorare y eso haría, su cuerpo temblaba mientras sus cabellos amarillos completamente sueltos cubrían su rostro encharcado durando un largo período de tiempo larguísimo en llanto incontrolable.

- Ya basta - se decía a ella misma limpiando su rostro pero no podía evitarlo, había pasado tanto llorando que su semblante estaba hinchado de tanto llorar cómo una niñata y sus ojos tan rojos como la sangre además de una cara tan mojada que cualquiera se alarma al ver ese estado.

Entonces el rechinar de la puertas escuchó alzando la vista en alarma retrocediendo a una gran velocidad, arriconandose por instintivo a la esquina superior de la cama mientras las sábanas algo gruesas la envolvían por completo. En el estado en el que estaba no pudo evitarlo cubrirse la cabeza despavorida, temblando como un cachorrito pérdido evitando el golpe de un despiadado. El azabache alzó una ceja admirando el estado de la joven, envuelta en una esquina como cubriéndose y lentamente cerró la puerta.

Sus cabellos estaban húmedos por un reciente baño y carecía de la capa Akatsuki mirando con atención a la muchacha. Él tenía una camisa sin mangas azul obscura dejando ver sus marcados brazos y un pantalón negro. Su rostro igual de inexpresiva que siempre pero aunque Ino no lo había vistos su apariencia se veía diferente sin la banda ninja además de tener una toallas alrededor del cuello secando un poco de su cabello.

Se acercó a paso lento hacia ella y con cada pasó descuidado que resonaba en la madera ella se hacía bolita más y más en la esquina, temblando con las fulgor sin ella mismas saber porque y por alguna razón le irritado verla en ese estado. ¿Dónde estaba la mocosa decidida que con su escaso poder intentó vencerlo de manera patética? ¿Era tan frágil emocionalmente? ¿Era de esas típicas chicas que aún siendo segura de si misma en realidad lo que oculta con ello es su clara inseguridad?

- Oye - su reacción al escuchar su voz fue pegar un pequeño saltito arriconandose más - ayer intentaste matarme ¿Hoy lloraras? Es broma - dijo irritado arrebatando la sábana dejandole ver de nuevo esa vestimentas exageradamente reveladora - Deja de actuar como una niña ¿Qué no ibas a matarme y escapar? ¿Tan rápido te das por vencida?

ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora