XVII

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⚠️Advertencia ⚠️

Otro capítulo +18

Estocolmo.

Capitulo veintisiete.

|Ducha y entrenamiento|

«Lamento que hayas tenido qué cargar con todo eso desde muy joven, que hagas tenido que soportar tu solo un dolor incalculable y responsabilidades muy grandes para ti. Lamento que no hayas podido sentir...»


Todo había parecido un sueño a tal punto que no creyó haberlo imaginado nunca, literalmente estaba tan perdidamente enamorada de su secuestrador que incluso era de locos pensarlo sin mencionar todo lo que esto conlleva iniciando por el hecho que no tuvieron un vínculo exacto hasta que ocurrió su secuestro, nada los unía y aquí estaban ellos incluso compartiendo un acto tan íntimo como los de unir sus almas hasta lo más profundo en un acto sexual lleno de amor y deseo pero sobretodo amor por el otro a tal grado que la vergüenza no tenía cavidad en ese acto. Sin embargo este no era el caso de ella que pese ser segura de si misma en especial cuando ella fue quien inició la noche anterior sus deseos de lujuria ahora estaba avergonzada, cubriendo con una toalla todo su cuerpo alzando ligeramente su mirada de un azul claro hacía él quien desnudo entró a la regadera con una perfecta temperatura.

Bañarse con él era otro nivel pese todo lo que habían vivido, no podía concentrarse con ese majestuoso cuerpo masculino frente suyo sin nada cubriéndolo, incluso su largo cabello siempre atado estaba suelto y se veía mucho mejor así ahora.

El extendió su mano con una mirada tierna, con una sonrisa apaciguadora que la llenaron de suficiente confianza, soltando un suspiro dejó caer su toalla dejando ver ese cuerpo que llevaba a la locura al Uchiha quien recorrió sin disimulo de arriba a abajo con su mirada. Se adentró al agua jalando con él a la chica quien chocó su espalda contra su pecho, Ino tragó saliva intentando controlarse sintiendo relajante el agua que caía sobre ella, estaba a una temperatura cálida que le traía calma y cerrando los ojos dejó las gotas caer sobre ella.

- Te lavo el cabello -. Dijo de pronto haciendo que la Yamanaka abriera los ojos mirando como extendiendo su mano cogió el shampoo que estaba ahí - manten los ojos cerrados o te caerá.

Sus dedos masajearon su cabello dejándose llevar por sus yemas tranquilas quitando la suciedad de su cabello, sintiendo los dedos del mayor estirarlos hacia abajo por lo largo que estaba su melena mientras el agua se lleva la espuma y los restos de suciedad hasta que después de unos largos minutos el masculino terminó.

- Creo que debería hacer lo mismo contigo -. Se le ocurrió a Ino dándose la vuelta pero el contrario no lo permitió cogiendo sus hombros en el trayecto, apegandola a él haciendo que el trasero de Ino choque contra su polla bastante erecta haciéndola paralizarse un poco.

- Luego -; fue su respuesta cuando la apegó a su cuerpo aún más cogiendo su cadera para analizar con sus dedos las perfectas curvas que tenía, con razón quería hacer tanta dieta, esa figura era majestuosa más al momento de tocarla como lo hacía ahora - perdoname... -. Susurrando a su oído gimió y Ino grabó en su mente lo enganchante que era su gemido más que sus gruñidos, quería escucharlo otra vez - está vez, no puedo contenerme... seré rudo, bonita.

- ¿Que quie... - no termino de pregunta por el fuerte gemido que soltó parecía incluso un aullido cuando la penetró sin previo aviso con sus dedos. Si siempre era así de activo sexualmente tendría problemas pues era la segunda vez el día de hoy, y supuestamente se sentía mal y por eso ella lo monto pero parecía tener tanta energía como para seguir - ¡Ah! ¡Itachi!....¡Ah! -. Gritó su nombre firme cuando introdujo un segundo dedo moviendo de manera profesional sus dedos y pegando el cuerpo de ella contra la pared húmeda del baño -, sigue -. Suplicó y fueron musica para sus oídos esa única palabra introduciendo un tercer dedo que lo hizo retorcerse y con su otra mano la tomó con brusquedad del cuello acercándola a él, exponiendo su cuello a su persona, esa piel estaba perfecta para él. Devoró la piel de su cuello chupando tanto ésa parte tan sencible ante sus gemidos qué le hizo más de un moretón de un intenso tono.

ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora