ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]

XXXIX

Estocolmo. 

Capítulo 39

|Sin ti, sin mi|

  "Si tú no estás conmigo me falta el aire y me sobra el sueño."

     Pensar cuánto tiempo había pasado era incluso algo estúpido porque no importa que le dijeran que tenía una semana de vuelta a la aldea, para ella había pasado casi que un siglo. Miró con melancolía las flores delicadas de la floristería que simplemente atendía como siempre, pensando que le hubiera gustado recibir flores de parte de Itachi alguna vez pero eso no ocurrió. Aún así pequeños detalles fueron los que tocaron su alma con tantas profundidad que ahora sufría una eterna tristeza adentro de su cuerpo, como si algo en su interior se hubiera muerto para siempre. Acarició con cariño una rosa roja de esas que solía llevarle a Sasuke Uchiha cuando competía con Sakura pero que ahora simplemente — como todo últimamente —. Lo que le hacía recordar era nada más y nada menos que a Itachi aun cuando nunca le dió una flor.

    Todo lo hacía recordar a él hasta el respirar, por eso le dolía el simple hecho de despertar y recordar que no estaba con ella. A veces pensaba que se trataba de un extraño sueño pero los largos interrogatorios que pasó eran la prueba de que fue real, aunque no estaba muy segura si los sentimientos de él hacía ella si fueron una verdad. Luego se dejaba guiar por la lógica siguiente: ¿Qué ganaría él con enamorarla? Y todo volvía a cobrar sentido menos el dejarla, porque eso solo quería decir que prefiere morir antes que quedarse a su lado.

    Aunque lo entendía, con todo lo que vivió ¿A quien le gustaría seguir viviendo en este mundo? Pero ser asesinado por Sasuke...

   Eso sería tan cruel para ambos.

   Salió de sus pensamientos cuando escuchó la campana que indica que un cliente entraba y colocando su mejor sonrisa extrovertida enderezó su cuerpo dispuesta a dar una gran bienvenida.

      Al alzar su mirada encontro el verde de los ojos de Sakura, su piel aún estaba descuidada pero la tenue sonrisa que tenía da entender que estaba mejorando. Ver a su compañero y lo afectado que quedaron la hacían sentirse tan culpable que no podía resistirlo, todo eso había sido su culpa.

     Tal vez debió quedarse más tiempo lejos.

     — Así que estabas aquí —. Aquella falda azul que solía usar en sus tiempos libres no estaba porque era invierno, el suéter permanecía en su cuerpo junto unos pantalones y bufanda — ¿Y esa cara de mierda porque? — alzando una ceja causando que Ino frunciera el entrecejo.

     — Ocurre cuando veo tu frentota —. Agregó la rubia quien tenía aquella camisa anaranjada que cubría está vez su ombligo a diferencia de su otra vestimenta —, en fin ¿Que quieres? ¿Regalarle una flor a Rock Lee?
 
      — Vine a sacarte de tu asquerosa cueva Ino cerda —. Agregó la chica con burla — los cerdos no tienen madriguera, no has salido en toda la semana. Salgamos.

    Ino se tentó a ir pero no tenía ganas, soltó un suspiro antes de responder.

   — No quiero ir a ningún lado —. Dijo colocando su puño sobre sus mejillas — no tengo ganas.

    Sakura le miró está vez con tristeza pensando todo lo que había pasado la chica como para verse tan apagada, ella tan fuerte y segura de si misma ahora se veía tan apagada que le dolía. Se acercó a ella con preocupación soltando una pequeña sonrisa que adornó por completo su pequeño rostro.

     — Iremos a dónde tú quieras, tal vez así me cuentes que te ocurre —. Preguntó esta vez amable imitando lo que haría Ino con ella sin duda alguna.