XXIII

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Estocolmo.

Capitulo 23

|Compañeros|

«Realmente quería quedarme contigo»

     — ¿Dónde te habías metido? —, Deidara como siempre estaba de un humor de los mil demonios pero está vez parecía más preocupado, obviamente por él no por ella aún así esa pizca de preocupación le tranquilizó. Al menos no iba a volarla o algo.

     — Le perdí de vista, intenté alcanzarlo pero estos laberintos son iguales todos —, se quejó a modo de pataleta desviado su mirada.

     Había recuperado su confianza cada vez más al grado de no tenerle miedo pese que puede literalmente volarla en pedazos aún así lo único que hizo el rubio fue soltar un largo suspiros esperando que el resto del día termine. Dado que esto era un dolor de culo a más no poder y  obviamente quería ser más que estar de niñeras. Por un momento se arrepintió en volar a Tobi pues el podía distraerla pero luego rechazó la idea, ambos eran un dolor de cabeza.

     — No importa, Pain quiere verte —. Respondió finalmente valiendo un carajo donde se había metido. Apresurada la chica fue tras él quién pese a ser alguien un tanto bajo podía caminar muy rápido y técnicamente desaparecerse.

    Ino penso que le gustaría estar en su aldea con su familia o simplemente estar de vuelta con Itachi, sin importar cuánto tiempo estuviera encerrada ella podía estarlo durante horas, días y sería feliz si estaba con él. Ahora que lo pensaba no sabía en qué momento, en que instante exacto había sentido atracción hacia el Uchiha pues le tenía tanto miedo y a la vez odio que no podía mirarlo a la cara, ahora sentía que no tenía fuerzas sin el en éste mundo.

    Duraron mucho caminando tal vez casi una hora entera hasta que bajaron por unas largas escaleras encontrándose con una habitación espaciosa que le dió mucho miedo parecía una habitación de tortura y tal vez lo era. Habían sillas viejas con rastros de cuerda rota en los brazos, las paredes estaban manchadas de sangre vieja y el olor a humedad era impregnante. Aguantando las ganas de vomitar intentó seguir a Deidara y casi siente la necesidad de sujetarlo porque de verdad estaba aterrada, intentó calmarse, hablar cualquier cosa pero estaba en blanco.

     — Esto parece una habitación de tortura ¿Van a tortutarme? —. Preguntó intentando un sarcasmo pero su voz vaciló entonces.

       — Yo que sé. Aunque sí no colaboras te puedo asegurar que es capaz de matarte —. Ino tragó saliva ante eso, sus manos temblaron ligeramente y decidió guardarlas en el bolsillo, sus ojos se humedecieron ligeramente ¿Porqué sentía tanto miedo? ¿Y porque ese chakras al que se acercan le ponía cada vez más y más nerviosa pese haberlo conocido ayer? — ¿Ves que si eres una niña? —. Preguntó el mayor con burla cautivando la atención de la mujer.

     Ino frunció el entrecejo molesta a punto de responderle pero finalmente distinguió la figura del Akatsuki que solicitó su presencia, admite que el sujeto ademas de un chakra tenebroso tenía algo extraño también, parecen ideas suyas pero estaba como comprimido, como dividido y eso le daba aún más miedo. Sus ojos eran más que extraños y pensó seriamente investigar el orígen de esos ojos, además su mirada gelida y el montón de pircieng daban un aire inconfundible, no sólo eso sino que su imponente figura eran la de alguien sumamente superior.

      — Aquí está —, dijo Deidara empujando a Ino hacia él quién torpemente casi cae al enredarse —, me largo.

     Tragando saliva lo vió irse bastante rápido hasta que su figura desapareció. Volvió a girarse, seguía inmóvil como si fuese un estatua y la verdad tenía tanto miedo como cuando conoció a Itachi, era igualito de aterrador pero este era diferente, no por la fuerza ,estaba segura que tenía menos paciencia, la razón era tan simple como transparente, si era el líder de puros criminales él por mucho debía ser el peor o uno de los peores.

ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora