ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]

XXIX

Capitulo Veintinueve

|Confesiones de un pasado|

" Cuando observé a alguien tan fuerte llorando quise sanar cada una de sus heridas, poco a poco hasta que no quedara heridas".

   Sentía los dedos casi que congelados y moverlos era doloroso aún así las lágrimas que quemaban sobre su piel helada eran demasiado para él, aún así no paraba era como si algo no lo dejaba tranquilo sintiendo el peso de sus pensamientos y emociones más profundas y lo único cercano a lo cálido era Ino quien no dejaba de abrazarlo escondiendo al hombre en su pecho, protegiéndolo entre sus brazos donde irónicamente él se sentía tan seguro, tan protegido pese que era tan débil, pese que literalmente era solamente una chica con pocas habilidades y él era un prodigio, se sintió seguro, se sintió protegido a tal grado que su corazón poco a poco se sentía mas liviano, que ironía... sonreír le dolía y llorar lo hacía sanar, la vida era demasiado irónica en su opinión personal entonces cansado de tanto ocultarlo simplemente lo dijo todo, porqué estaba cansado, fingir no era gracioso o divertido, se estaba cansando de su papel de traidor, estaba harto, quería soltarlo todo así sea por un segundo donde podría sentirse libre y lo hizo.

     Su voz débil confesó lo que ocurrió, cada que lo decía era una cuchilla doloroso en su garganta, pero a la vez que hacía estragos cada narrativa algo en él se ablanda volviendose más y más delgado. Cada palabra lo sanaba, cada oración lo curaba en cambio a Ino le llenaba de dolor y bastante confusión dejando tiradas las cosas que alguna vez conoció de lado. Itachi Uchiha el criminal que asesinó un clan entero dejando a Sasuke destruido en realidad lo había hecho todo por el bienestar de konoha, todo esto era un dolor de cabeza que le hacían querer arrancar su cabeza para quitarse el dolor de encima. Para colmo lo peor del caso era lo mucho que él mismo se había sacrificado y lo último le dejó más destruida: Itachi quería morir, en manos de su hermano y lo había planeado todo. Se quedó helada y la idea de perderlo de alguna manera le lleno de dolor formándose un nudo en la garganta que la dejó muda pero no lo soltó tragándose un deseo insaciable dolor ella sola porque el hombre frente ella que amaba con todo su corazón se estaba quebrando, entonces tenía que ser ella la fuerte. Estirando más sus brazos lo oculto con más fuerza escuchando únicamente el sonido de los grillos porqué hasta en llorar el tipo era silencioso, aún así la inestabilidad en sus pulmones podía sentirla a través de la piel, así como la manera en la que temblaba, la manera en la que salía su lado más frágil, porque todos tenemos un lado sencible que mostramos cuando nos quebramos.

     — Lo siento... —, doblada en las palabras salieron de su boca siendo musica en los oídos de un inestable Uchiha, alzando la mirada llena de lágrimas sorprendido por su voz, en realidad esperaba un regaño por cualquiera de las cosas que hizo pero a cambio recibió comprensión. Ella estiró su mano izquierda porque la derecha estaba ocupada abrazando su espalda y delicadamente limpió sus lágrimas acariciando lentamente con sus dedos frágiles sus encharcadas mejillas —...Lamento que hayas tenido qué cargar con todo eso desde muy joven, que hagas tenido que soportar tu solo un dolor incalculable y responsabilidades muy grandes para ti. Lamento que no hayas podido sentir aún cuando técnicamente aún eras un niño y que con tus propias manos destruyeras todo lo que alguna vez amaste con todo tu corazón. Aún cuando eras un niño tu tuviste qué enfrentar la vida como un adulto... lo lamento tanto —. Lo dijo en voz baja, en su oído escuchando aquellas palabras.

     Se sintió miserable, sintió que no valdría esas palabras porqué literalmente una escoria como él no merecía nada menos compasión de ella quien llegó de pronto como un ángel, cuidando sus heridas y sanando un corazón roto y vacío que no le pertenecía a nadie porqué no había nadie para él. Entonces ella seguía ahí, abrazándolo, consintiendo su corazón y en un acto inconsciente mientras ella seguía secando sus lágrimas que no se detenía, la besó. Ella tardo en corresponder porque estaba confundida, pero pudo entender sus sentimientos trasmitidos con un beso necesitado de afecto, uno que quería con desespero pese a sus contradicciones de no merecer nada. Porqué todos necesitamos afectos querer y ser amados es parte de la naturaleza, en el fondo nadie merece estar solo.