ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]

XXI

Estocolmo.

Capitulo 21.

|Akatsuki|

«Me acerqué tanto que pude sentir tu calor sin importar que podías quemarme »

      Ino salió de la habitación mostrando galas de un extenuante sigilo en medio de un lugar literalmente un laberinto y usando sus habilidades de ninja sensor localizó los chakras presentes en el área contando los más cercanos mientras se alejaba de ellos intentando bajo todas las medidas encontrar una salida, pensando cómo salirse siguió caminando pero no encontraba más que los extensos pasillos todos parecen iguales y la cocina estaba repleta de presencias que terminaban cambiando de posición en especial de parejas. Finalmente sintió una ráfaga de aire proveniente de una ventana donde decidió salir encontrandose afuera con un montón de árboles, como sus habilidades sensoriales solo funciona en ciertas distancia no podía sentir la presencia de Itachi sintiéndose triste por irse así sin poder dejarle una carta porque eso lo complicaría todo, sintiendo una gran melancolía sintió las ganas de regresar pero era demasiado riesgoso. Aguantando las ganas de llorar decidió seguir adelante escondiéndose en los árboles saltando entre ellos mientras más lejos mejor, de pronto sintió un chakra devastador sobre ella, demasiado tarde cuando una explosión a su lados fue protagonista pero logró esquivar con destreza, alzando la mirada se encontró con Deidara. Su sonrisa arrogante sobre una cosa voladora mientras planeaba acercándose a ella.

     — ¡Vaya! Pero que chica —. Argumentó —, encontrar la guarida Akatsuki debió de haber sido tan difícil, que pena —, dijo arrojando unas aves de arcilla que esquivó.

     — Deidara, el sujeto que acabó con el Kasekage —, dijo mientras sentía un sudor recorrer la mejilla por los nervios.

     — El mismo. Venía de una misión y me topo con esto, pero que divertido. Pero tranquila, puedo convertirte en una obra de arte.

     — Si por arte te refieres a que vas a explotarme pues no, gracias —. Dijo molesta mostrando un asco ante sus cosas de arcilla que lanzaba, perfecto, le tocaba luchar contra un tipo rarito.

     Más allá de estar confundido como no se puede tener una mínima idea estaba preocupado y según como resulte las cosas estaba dispuesto a cometer una locura que en efecto no podía llamarse de otra manera. Ino Yamanaka es una jovén de carácter fuerte y caprichoso, vanidosa y engreída pero altruista, generosa y una excelente persona. Podía llegar a ser inteligente, extrovertida y ir más allá de una cara bonita. Su autocontrol era increíble así que cuando Ino se atravesó en su vida volviéndolo técnicamente loco por sus comentarios, su carácter, sus caprichos fue una luz al final de un oscuro túnel el cual se había acostumbrado a pertenecer. Seamos sinceros, él era un desastre antes de conocerla porque estaba encerrado y marcado por su pasado donde cometió tantos pecados que no podían limpiarse así que estar en un lugar como Akatsuki personalmente creía se lo merecía, no merecía recibir amor o aprecio porque no era digno de sentimientos tan hermosos él los había sacrificado, estaba dispuesto a pagar el precio pero...

     Ella apareció para bien o para mal. Le hizo enojarse, entristecerse, celar y le trajo alegrías todas de golpe volviendo al hombre quien era una bestia salvaje alguien tan sumiso que parecía no quedar rastros del actual asesino que es, volviendo a su pasado cuando era un tímido adolescente. Lo hizo avergonzarse inclusive abrirse con ella era tan especial que sentía que no es una especie de diosa que apareció frente suyo como si él mereciera tal cosa. No lo merecía.