ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]

XLIX

Estocolmo

Capitulo 49

|Sanacion|

»Una carcajada que te provoca nostalgias. El suspire profundo que recorre años y distancias. El aroma que no existe, pero siempre está presente ese rastro familiar que por instantes engaña tu mente. Recuerdos...»

     Le había despojado de su camisa dejando a la vista su fuerte pecho, tragó saliva al recordar los momentos que los acaricio con tanto cariño que apenas y recuerda la sensación en sus dedos, aunque ahora debía concentrarse, tenía todos los materiales, Kisame había tardado un poco en conseguirlos pero Ahora estába todo listo. A veces el respiraba delicadamente cuando sentía sus dedos pero cuando los alejaba su respiración sonaba frenética, recogió por completo su cabello en un rollete alto incluso dejando ver su rostro en su totalidad. Posteriormente se colocó los guantes cubriendo sus manos para poder hacer los procedimientos, tomó un bisturí delicadamente sintiendo la miradas de Kisame sobre ella mirando cada uno de sus movimientos.

    — ¿Es necesario abrirlo? — preguntó curioso, era extraño mirar como ese hombres tan rudo abraza a samehada para estar más reconfortante ante el frío — es extraño ¿Sabes? —. Preguntó con calma mientras el viento frío sopla su cara porque la noche era demasiado helada — no se nada de esta cosas.

     — La sangre putrefacta está obstruyendo las vías respiratorias, antes de darle el antídoto tendré que quitarle manualmente la infección — dijo con seguridad — pero no puedo hacerlo por ahora con chakra, es muy pesada así que con calma abriré su cuerpo y extraere todo. Sin embargo dependiendo del estado de los pulmones tendré que cortar parte del organo, si es necesario y lo será, usaré chakra. Luego prepararé el antidoto. Además con el chakra evitaré los sangrados que se pueden ocasionar.

    Parecía concentrada. De alguna manera parecia que había madurado de golpe ¿Eso hacen los hijos aún sin haber nacido? Kisame sonrió ante ese pensamiento, esa mocosa malcriada ahora era toda una mujer que tanto pretendía ser, Ahora sí parece la mujer de Itachi Uchiha. Siendo sinceros se le quitaban las ganas de seguirle diciendo niña.

   — Has madurado demasiado —. Dijo con una sonrisa — pero seguirás siendo una niña.

    Está vez únicamente sonrió, no le molestó en absoluto y alzando un poco la mirada brillante sonrió al hombre tiburón con ternura. La anestesia había hecho efecto, razón por la cuál ni un nervio  del Akatsuki se movía.

     — Extrañé esa oración—. Dijo con calma mientras volvía a lo suyo colocando delicadamente el bisturí sobre la piel del Uchiha abriendo la espalda dela masculino justo donde estaban los pulmones dejando a la vista unos órganos algo deteriorados pero llenos de sangre oscura casi del color del petróleo, tendría que succionar, además había partes del pulmón completamente dañado.

    Habría que cortar la parte inferior derecha del pulmón izquierdo, estaba conectado con una estructura importante pero podrá hacerlo, difícil pero lo lograría. Lentamente cortó el pulmón evitando dañar algún vaso o arteria importante, finalmente retiró coma ayuda de las pinzas el pedazo del pulmón, respiró después de largos minutos de tensión, ahora a limpiar todo. Kisame miró sorprendido como ya habían pasado horas cuándo finalmente terminó de sacar gasta la última gota de sangre putrefacta, finalmente respiró cuándo comenzó a coserlo hasta crearlo por completo quitándose los guantes llenos de sangre y secando su propio sudor. Inspeccionó sus signos vitales con cuidado sin perder ningún detalles, había usado una gran cantidad de chakra en el proceso, reposará un poco para poder cerrarlo adecuadamente.