ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]

XII.

Estocolmo.

Capítulo doce.

|Creando|

"Fue entonces que decidí saltar ese espantoso precipicio"

Tal vez fueron ideas tontas que su propia mente creaba pero juraría que la chica se había molestado por algo, le había contestado de un modo cortante y se dispuso a dormir sin comentar nada o hacer preguntas o perturbar el silencio, nada. Solo podía escuchar su respiración lenta que solo se consigue cuándo alcanzas el sueño profundo, completamente de espaldas a él. No sabía porque pero se sentía vacía la habitación sin escuchar nada de ella ni si quiera una queja, él se sentía extraño.

No podía negarlo, durante todo el maldito día ha estado pensando en ella desde que tuvieron esa conversación de domesticar, en realidad solo expresaba algunas frases de un libro que había leído hace tiempo cuya temática era interesante pero terminó siendo un comentario tan profundos que algo no dejaba de hacerle pensar en ello. ¿Porque? Por el simple hecho de que ésas palabras recorrían en su mente como una especies de mensaje grabados en su cerebro.

«¿Yo podría domesticarte?» al principio sabía que la respuesta sería no, eso es imposible, pero después comenzó a dudar. ¿Sería imposible? La verdad es que no estaba seguro. Después de asesinar a su clan evitó tener más lazos que lo ataran y vivir en soledad, él era una bomba de tiempo, si su hermano no lo mataba entonces moriría de una enfermedad mortal que lo acecha fervientemente desde que tiene uso de razón, por eso creó una barrera para que nadie entrara aunque ya hubieran personas en su corazón, porque terminaría lastimando a otros.

Estaba harto de lastimar a los que ama una y otra vez.

Pero estaba tan roto y tan solo que era fácil ser domésticado pese a su cruel apariencia. Porque en él fondo estaba cansado de esa soledad, estaba preso en una cárcel que él mismo creó para que nadie si quiera pensara en entrar pero de pronto viene esa niña con una pregunta tal vez ni sincera:

«¿Yo podría domesticarte?» volvió a su mente esa pregunta. No quería, pero vaya que si podía porque poco a poco se iba rindiendo, se iba ablandando y eso no estaba bien. Se podría decir que le cogió cariño pero no era idiota, ya había sentido esto antes, porque en su tiempo fue producto de felicidad y dolor.

Aún recuerda a su novia y los sentimientos por ella. Esta niña era diferente a ella, todo lo contrario de hecho pues pese a ser amable era demasiado extrovertida, caprichosa y malcriada le faltaba madurar y tenía un carácter de mierda, joder, era menor que él por algunas años y aún sin ser la diferencia mucha él había tenido que madurar rápido a diferencia de ella, todo lo opuesto, toda una niña de papi. Izumi Uchiha era amable, gentil y bastante madura para su edad además podía hacerle sentir sentimientos diferentes pero con la misma felicidad.

Ino le hacía enojar inclusive perder su paciencia a diferencia de Izumi que lo llenaba de gran sentido del humor y paciencia... Pero seguía igual de feliz porque... No sentía soledad, se olvidaba del mundo y sus problemas pero al mismo tiempo era su problema.

Y eso estaba mal.

Alborotando su cabello con frustración quería pensar que era todo esto lo que sentía, más allá de estar surgiendo un sentimiento constante como un fuego en su interior también debía pensar en las circunstancias. Ella era su prisionera a quien había cogido porque no quería matar a una niña de la edad de su hermanito, pero todo se volvió problemático que no lo sería de no haber sido por el hecho de qué los akatsuki le hubiesen asignado una misión, pero está vez se habían tardado y eso no estaba bien. ¡Nada estaba bien! Inclusive Kisame había detectado su comportamiento.