XXVI

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Estocolmo.

Capitulo veintiséis.

|Amanecer|

«No debí permitir nada, al final sufrimos los dos las consecuencias»

     Los efectos secundarios después de aquel acto fueron presente al abrir los ojos al día siguiente, los sentía tan pesados como su cuerpo que parecía plomo tan pesado que no podía alzarlo un poco menos de la cintura para abajo porqué le dolía mucho, no sintió ese dolor el día anterior durante el acto, entonces al acordarse volteó su cabeza hacia un lado percatandose que Itachi Uchiha estaba completamente dormido respirando un poco entrecortado suposo que por la enfermedad. Sus brazos fuertes le rodeaban con seguridad escondiendo a la chica entre su pecho, nunca lo había visto tan tranquilo en completa calma, relajado en un estado tan vulnerable que ella incluso pudiera haberlo asesinado pero lejos de eso abrazo con más fuerza al contrario reposando sobre su pecho que late con tanta debilidad, estaba bastante mal, seguramente estaba débil podía notarlo en su pulso, en su respiración. Recordando de nuevo lo que vivió anoche entre ellos caer cansada después de el acto más placentero que había hecho nunca solo recuerda las sensaciones anteriores, sus labios, sus rozes y la manera en la que él la miraba con una lujuria tan increíble que la derretía en sus brazos, aunque eso tuvo sus consecuencias como estar técnicamente inmovilizada de las caderas para abajo mientras sus energías estaban por los suelos completamente agotada.

    La chica elevó los dedos acariciando el rostro del hombre y aún así no se levantó, era tan suave su piel que era enganchante y acurrucandose más entre tanto frío estaba a punto de quedarse dormida hasta que sintió como el contrario se movió ligeramente entre las sábanas a lo que la chica alzó la mirada para encontrarse con aquellos ojos que tanto le gustaban porque tenía una forma muy llamativa, el negro de su mirada era tan brillante que sentía podía elevarse hasta lo más alto del mismo cielo solo con verlo. Él sonrió con ternura cerrando sus ojos en el proceso mientras acariciaba el cabello de la mujer.

    — Buenos días —, dijo jugueteando con unos mechones de cabello, estirando un poco su cabeza beso delicadamente si frente causando que la chica se ruborice al instante.

    — Buenos días —, la voz de Itachi sonaba más ronca y débil , como ambos estaban desnudos al estar abrazados podía sentir la piel del contrario más aprisa y estaba un poco helado— ¿Te sientes bien?

     Itachi alzó una ceja.

   — Yo debería preguntar eso ¿No? —, preguntó con interes mientras se acercaba más a ella tocando su nariz con la de él en un contacto puramente íntimo — ¿Te duele algo?

     — Todo el cuerpo en realidad —, confesó un poco roja mientras sostenía la mirada al chico —, pero creo que estaré bien.

     — Lo siento, creo que me excedí un poco — dijo con seguridad. Podía escuchar la voz de Itachi tan apagada que no podía evitar preocuparse mucho por él debido a la enfermedad que lo embarga —, pero no pude evitarlo, eres tan atractiva—, su voz cambio un poco a un tono más seductor sintiendo su cara arder y un nudo en la garganta pero aún así siguió manteniendo la mirada al masculino mientras alzaba un poco más las sábanas.

     — No te disculpes... —, dijo y la cercanía comenzó a quemarle rozando las narices del hombre —...me gustó mucho —, el masculino dilató un poco los ojos al sorprenderse pero luego sonrió con una gran ternura que era imposible creer que ese era un supuesto criminal porqué podía ser tan tierno que provoca apretujarlo eternamente como un osito de peluche cuando sonreía de ese modo.

ESTOCOLMO. [Itachi x Ino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora