treinta y dos

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                           Lara
—Gavi,¡Acá estás!¿Que hacías,boludo?—toque su hombro y él se giró con una media sonrisa.
—¿Que te pasa?—rei y le di un leve golpe.

—nada,es que me acabo de encontrar con tu amigo,¿Cómo se llama?¡Ah,si! Paulito Dybala,¿Puede ser?—respondio obvio frunciendo el ceño y yo lo miré confundida.

—¿Con Paulo? —asintió.—Paulo..se fue hace rato del estadio,¿No?—negó.

—Resulta que no. Recién salió del estacionamiento.—metio ambas manos en el bolsillo de su pantalón mientras se mecía de atrás a adelante. Arquee una ceja.

—¿Y justo cuando yo vine se fue?—mire hacia los lados del estacionamiento. Gavi rio.
—¿Que te causa gracia,español?—me gire para verlo y se rió en mi cara.

—Nada,nada. Es que te cuento que se fue y lo primero que haces es ver si él está aquí,Lara.—se llevo la mano a su boca mientras soltaba una corta risa.—Bueno,¿Vamos?—se encaminó hacia su auto y yo lo seguí.

—¿Que hablaron?¿Preguntó por mí?—hable detrás de él. Freno su paso y se dirigió hacia mí.

—¿Porque el interés hacia Paulo?—me tomo por los hombros apoyandome sobre el auto.

—¿Interés?—rei sarcástica. —¿Que? ¿Ahora no puedo preguntar por mi amigo?—arquee ambas cejas.

—No te estoy impidiendo en nada. Pero no me gusta que me lo preguntes a mí. Yo no sé de su vida.

—No te pregunté sobre su vida,sólo te pregunté si hablo de mí.—me aleje de él y rodee el auto para subir de copiloto.—¿Subís?—le grité. Él asintió y se limitó a subir de piloto.

                          ***
—Gracias,nos vemos.—cerre la puerta del auto despidiéndome de Gavi. Él arrancó nuevamente el auto y se fue.

Toque el timbre y abrió Ori con Lukas en brazos.

—Perdon Ori.—lamente y me paso a Lukas. Se acurrucó en mi cuello y pase adentro.

—Me dejaste sola con la bendi en el estadio,Lara.—bufo seguido de una risa.

—Ya sé,perdón. Pero es que,Gavi me dijo que vaya con él pensé que iba a volver con vos.—aclare.

—y..¿Que hicieron?—levanto y bajo las cejas divertida. Le di un leve manotazo en el brazo.

—¡Oriana!—rio. —Es mi amigo,y yo no olvido lo que hizo en el pasado.—agregue.

—¡Ay,bueno,Che! No se puede decir nada ahora.—se quejó divertida—¿Querés tomar algo?—cambio de tema y se dirigió hacia la cocina,la seguí.

—Dale,agua.—Oriana me miro con cara larga. —¿Que?

—No seas anti,Amiga. Tomate algo,no sé más fuerte.—se acercó a mí y me tomo por los hombros.

—No,gracias Ori. Hoy no.—asintio y no insistió más. Volvió a la mesa y me sirvió un vaso con agua mientras yo acomodaba a Lukas en su silla.

—¿Queres hablar de algo?—apoyo sus codos sobre la mesada,quedando frente a mí.

—No..¿Vos?—tome un trago del vaso.

—Mami,tengo sueño.—hablo Lukas tallandose los ojos.

—Vamos que te llevo a dormir,mi amor —lo alce y fui directo a la escalera.

Lo deje sobre la cama,en la habitación que Ori nos había dejado para ambos. Acomode las almohadas a los costados de Lukas y salí de la habitación apagando la luz.

Aquél Amor Nuestro | Paulo Dybala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora