Aquél Amor Nuestro | Paulo Dybala

Veintisiete

Italia — Turín

                         Isa
— Esa piba me cae tan mal,te lo juro Mica.—apoye mí codo en la mesa,mordiéndome el labio inferior con bronca.

— ¿Y que más queres hacer? Si ya la arruinaste,amiga.—respondió ella,limándose las uñas sin importarle lo más mínimo lo que le decía.

— ¿Vos te estás escuchando Micaela?—la miré fijo. No sacaba su mirada de las uñas.

— Si,te estoy escuchando Isa. Pero siempre es el mismo tema de mierda, “me cae tan mal” “siempre haciéndose la buenita” “ojalá se le termine todo” “Lara es una falsa”.—hablo haciendo comillas con sus dedos.—Cortala,siempre es lo mismo. Te visito y no paras de hablar de esa chica,¿Tanto te hizo para odiarla así? Baja un cambio,nena.— está vez,me miró. Y no de buena manera,con una cara de enojó que no lo descubría porque.

— Tiene que sufrir un poco..—me interrumpió.

— ¡No! Isa,¿Vos te escuchas? Siempre pones la misma excusa de mierda,“tiene que sufrir un poco” Ya sufrió lo suficiente sabiendo que en la chica a la que le dio su confianza se terminó garchando a su novio, los dos la traicionaron y ¿De que les sirvió? Ahora no están juntos, Gavi te odia, porque le sacaste la oportunidad de ser papá,nena¿Sos consciente de eso?—me hablo con un tono más elevado— No tenés a quién usar ahora,porque lo que haces es eso,los usas y después los dejas ahí sin saber que hacer. Mirá… Gavi es mí mejor amigo,me dijo que se sentía horrible por todo lo que hizo. Y que quiere ir a hablar con Lara..—la interrumpí

— ¿¡QUE!?—me levanté de golpe.— ¿Gavi está acá?—asistió.—¿Dónde está?—agarre mí abrigo mientras le hablaba

—No te lo pienso decir.—respondió a la ligera.

—¡Decime nena! ¿No ves que si le cuenta algo me va hacer quedar mal?—respondí con desesperación.

—Te lo mereces,sentí por primera vez lo que vos hiciste en los demás .—me hablo cerca,y salió del departamento. Dejándome sola,con míl dudas.

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                         Lara
—¿Que hacemos hoy?—le hablé a Paulo,quién estaba a un lado mío desayunando.

—No sé,¿Salimos a pasear? —me miró. Asentí.

El timbre sonó,lo raro es que no esperábamos a nadie.

—¿Esperaban a alguien?—le pregunté a Mariano y a Alicia. Ellos negaron y fui hacía la puerta.

Volvieron a tocar.

Abrí la puerta y me encontré con él.

Intenté cerrar la puerta, él trabó con el pie.

—¿Que querés Gavi? Déjame en paz.—hable.

—Quiero hablar contigo,es importante.—respondio.

—¿Hablar? Ah,sos un chiste—reí. El permaneció serio.

—En serio,Lara. Necesito hablar contigo. Solos.—hablo.

—yo te dije que no te quería ver más,¿Porque no entendés? —ignoré su petición. Pasó sin permiso.

—Hablemos,sólo eso. Y te dejo tranquila.—se quedó en el pasillo.

—¡Lara!¿Quién es?—hablo Paulo desde el living.

—¡Nadie,Pau! Es del cartero,un regalo para mí—mentí.

—Habla.—le dije a Gavi.

—Escúchame,nuestra relación no termino bien,eso lo tengo claro. Pero tengo que decirte bien lo que pasó,no lo expliqué y lo sacaste de contexto.—lo interrumpí

—¿Que yo lo saqué de contexto?Gavi,literalmente te estabas garchando a quién parecía ser mí amiga en nuestra propia cama. Te escuché,si recién llegaba de Argentina para sorprenderte. La que se sorprendió fui yo, lamentablemente.—

—No me dejaste explicarte cómo pasaron las cosas..—hablo interrumpiendome.

—¿Y cómo pasaron?—pregunte sarcástica.

—Isa me obligó a acostarme con ella.

Le juro que si seguía mintiendo le metía una paliza y lo echaba de acá.

—¿Que?—me sorprendí. Acomode mi pelo hacia atrás y cruce los brazos.

—Lo que escuchas.—agrego.

¿Se piesa que le creo o que onda?

—¿En serio?—hable supuestamente creyéndole.

—Si,te lo juro Lara. Sé que no estamos en buenos tratos,pero..—hizo una pausa.

Dios,habla. No tengo tanta paciencia,y menos con él.

—¿Pero?—lo miré atenta. Volvió a hablar.

—Quiero que me des la oportunidad de ver a Lukas,aunque sea algunos días.

—Eso nunca te lo prohibí,siempre y cuando yo esté presente.

—No,lo que quise decir era,poder quedarme un finde con él solos,los dos.

¿Perdooon? ¿Él con mi hijo solos? Ni en pedo.

—La condición es que lo veas,conmigo presente. No vaya a ser que vos te lo quieras llevar y este esa víbora con vos y no se quiera despegar se mi hijo.—le tire la verdad,no me importa lo que piense o diga. Mis pensamientos por ella no van a cambiar.

—No es una víbora,Lara.—la defendió Gavi.

Encima eso,que la defienda pelotudo.

—¡Ah no! Víbora no.Metida,hija de puta y chaja.—sonreí sarcástica y él se puso serio. Me chupaba un huevo la verdad.

No dijo nada,y bueno. ¿Que va a decir? Si sabe que tengo la razón.

—Mira,el finde lo ves. Decime donde lo vemos y lo ves,pero conmigo.—aclaré.

—De acuerdo,al menos lo voy a ver.—extendio su mano. La dejé un rato ahí,lo miré y estreche su mano con la mía. Hicimos una especie de trato,él se fue. Antes de que Paulo pueda verlo.

Hablando del rey de Roma,apareció asustandome cuando iba camino al living.

—¡Pau!me vas a matar así.—lo miré,mientras yo me tocaba el pecho.

—¿Y tu regalo?—se apoyo en el marco de la entrada. Esperando mi respuesta con los brazos cruzados.

Jodeme,¿Se habrá enterado?

—Al final el cartero se confundió de dirección y era para la casa de al lado.—menti. Mentía mal,seguramente ni me creyó.

—Ah,mira vos. Que raro,¿No se te hace que tardaste? El cartero no tarda tanto.—hizo un puchero,haciéndome entender que no me creía.

—Es que le indique dónde era la dirección del dueño del paquete.—sentia mis nervios,eso me hacen la mala jugada.

—Ah,y de casualidad,¿El cartero se llama Gavi?—me miró. Una sonrisa apareció en su cara cuando dijo lo último.

Hijo de puta...

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Uy Uy