Treinta y cuatro

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Lara

— Mi amor,¿estás acá? —Grito Gavi.

—Metete en el auto.—Apure a Paulo mientras me limpiaba los labios y Paulo me miraba con una sonrisa mientras se relamia el labio.—¡Dale Paulo!—murmure en un grito bajo. Tratando de que Gavi no me escuche. Paulo entró y cerré la puerta rápido.

—Mi amor,¿Que haces acá sola?—Gavi se acercó a mí,tomándome por los hombros.

—Nada..estaba,te estaba buscando. Pero no te encontré.—mi pecho subía y bajaba con rapidez,empezaba a ponerme nerviosa. Acto que Gavi notó.—¿Vamos?—acomode mi pelo con nerviosismo detrás de mí oreja.

—Estas algo nerviosa,¿Que paso cuando no estaba?—arqueo una ceja.

—Nada,Gavi. ¿Que va a pasar?—Sonrei nerviosa,y empecé a caminar dejando a Gavi atrás.

—Lara,Lara!—gritaba detrás mío. Me hacía la boluda,trataba de evitarlo.

—Lara te estoy hablando mujer!—grito y me quedé quieta. Me di la vuelta de a poco y mire fijo a Gavi.

—¿Que te pasa?—ladeo su cabeza confundido.

—Te dije que nada,Gavi. Ahora,¿Podrías llevarme a casa?—aclare mi garganta.

—Para eso te buscaba,te quería avisar que..me voy. —lo mire confundida—¡Con unos amigos!—hablo luego de un silencio,tratando de decirme que no piense en cualquiera.

—No te dije nada,pero¿Ahora como vuelvo?—rei.

—Pues,tomate un Uber. Ahí,te fijas tú.—agarro las llaves de su auto sacándolas de su bolsillo y sonó el sonido de que ya lo abrió.

—Ah,¿Así nomás? Me dejas tirada,tranqui vos. Si me pasa algo,no es problema tuyo.—hice un puchero sarcástica.

—Pues no,no es culpa mía. Ahora,si me lo permites,me voy.—abrio la puerta del auto y se adentro en el. Apenas prendió el auto aceleró con prisa.

—Claro que me voy a ir en Uber,en el Uber de Paulo voy a ir,pedazo de pelotudo.—hable sola con bronca. Me encamine hacia donde estaba Paulo,metido en su auto. Golpee la ventanilla y él la bajo con una sonrisa coqueta mientras bajaba sus lentes negros.

—¿Cómo estamos,Muñeca?—retiro sus lentes mientras seguia con su sonrisa. Termino de bajar la ventanilla y solté una risa.

—¿Que haces con lentes de sol de noche,ridículo?—rei.

—Ah,bue. Tampoco me la bajes así,te quería impresionar nena—se hizo el ofendido y miro hacia otro lado.—Y bueno,¿Te subís al Uber de Paulito?—me guiño el ojo de forma coqueta. Rei siguiéndole el juego y rodee el auto subiendome del otro lado de copiloto.

—¿Me escuchaste?—hable sonriente mientras me acomodaba en el asiento. Él río,dándome a entender que si.—¿No te enseñaron que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas,Paulito?—lo miré.

—Y a vos..¿No te enseñaron que está mal besarse con otro estando en una relación,Larita?—Me miro con una sonrisa victoriosa. Podía ver sus verdosos ojos con la luz que pegaba en el interior del auto. Pose mi mano sobre su mandíbula y la otra levemente en su cuello,atrayéndolo.

—Esta mal desear la mujer de otra persona.—hable a centímetros de él.

—Esta mal volver con tu ex..si sabes lo que te hizo en el pasado.—bajo su mirada.

—No hablemos de Gavi,me quiero divertir con vos por una vez en mi vida,quiero divertirme con la Joya.—Acaricie su mandíbula y empecé a besar su rostro. Poso sus manos en mis caderas y tiro su cabeza para atrás al sentir mis besos bajar a su cuello.

Aquél Amor Nuestro | Paulo Dybala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora