Dieciocho||Maratón

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—¿Hice mal en reaccionar así con esa chica?—sin dejar de mirar el techo le pregunté. Me miró,acostándose de costado apoyando su codo en la cama y su cabeza en su mano.

—No creo,pero puede generar algo en el ojo del público.—solto mirándome. Ladee un poco mí cabeza para verlo.

—Soy una estúpida.—tape mí cara—tampoco me quiero quedar callada,y que digan lo que quieran de mí.—casi inaudible,retiré mis manos y me apoye en el respaldar de la cama.

—No sos estúpida,Laru. La gente es medio tarada que no mide sus palabras y lo dicen sin pensar. Vos lo vivís,los periodistas vivían diciendo cosas tuyas cuando terminaron vos y Gavi.—copio mí acción. Me quedé mirando la pared,fijamente.

—Porque él cuidaba su imágen. Total,si a mí me decían algo a él le chupaba un huevo. Nunca le importaba la mierda que decían de mí,dejaba que hablarán y si yo saltaba a defenderme me decían “maleducada” —no me di cuenta que ya se me cristalizaron los ojos. Hablar de estas cosas me recordaban a lo que pasaba en mí relación con Gavi.

Paulo lo noto,me abrazo apoyando su mentón sobre mí cabeza y haciendo que me apoye en su pecho. Las lágrimas aparecieron,
sollozaba en su pecho. Él acariciaba mí pelo,tratando de que me calme.

Nos quedamos así un rato largo,hasta que Mariano golpeó la puerta haciendo que limpie mis lágrimas rápidamente.

—¿Quien es?—gritó Paulo. Mariano no tardo en contestar y Paulo le dijo que pase al ver qué ya limpie mis lágrimas.

—Les vengo a dejar a la bendición. Que anda queriendo hace rato estar con ustedes.—se acerco a la cama dejando a Lukas sobre mí. Enseguida apareció esa sonrisa en su rostro que me sanaba completamente desde que apareció.

—Mami,¿Estás bien?—apoyo sus manos en mí cara,sentándose en mí abdomen.

Seguía acostada en el pecho de Paulo,parecíamos una familia. Mariano se había ido. Lukas en cuanto vio a Paulo río,y él le hacía muecas provocando que riera más.

No respondí,no me gustaba contarle a Lukas sobre su papá. Ni tampoco que me viera sufrir tanto todavía.

Lukas gateo hasta Paulo y se acostó en su cuerpo. Paulo,acariciaba el pelo de Lukas y mí espalda con su mano libre.
Nos quedamos así por un rato,hasta que bajamos porque Mariano nos llamó para comer.

—¿Y como te va en la actuación,Lara?—pregunto Mariano,mientras apoyaba sus codos en la mesa.

—Bastante bien—solte con una sonrisa mientras cortaba la carne para llevarla a mí boca luego de responder.

—¿Cómo se conocieron?—nos cuestionó a ambos. Mirándonos con una sonrisa.

—Estas curioso hoy,hermano.—respondio Paulo,evitando la pregunta de Mariano.

—Quiero saber cómo está hermosa señorita cautivo tu corazón,hermano. Sólo eso.—me señaló sonriendo y miró a Paulo. Quien lo fulminó con la mirada estaba por meter un pedazo de carne a la boca y esa pregunta lo tomo por sorpresa. Yo solté una risa mientras tomaba agua.

Mala idea,casi me ahogo. Toci y toci tratando de que cesará. Paulo golpeaba mí espalda levemente tratando de ayudarme. Tome un trago de agua y poco a poco esa sensación desaparecía.

—¿Estás bien Laru?—pregunto Paulo. Después de darme palmadas.

—Si.—medio tosi y me seguí comiendo.

—Ya vi,¿No van a responder?—se ofendió en joda y miró para otro lado sin sacar sus codos de la mesa.

—Yo voy a responder.—solte después de tomar un sorbo de agua y apoyarlo en la mesa.— Lo conocí cuando fui a un entrenamiento de mí hermano,estaba viendo a Leo y de la nada entro él y mí mirada se clavo en como jugaba con la pelota.—golpee levemente su hombro sonriéndole.

—¿Y vos? ¿Te enamoraste a primera vista de Lara?—vio a Paulo. Él soltó una leve risa y miró a Mariano.

—Casualmente,ese día Leo organizo una juntada en su casa. Y nos presento a Lara.—me miró.

—¿Eso sólo? Que seca tu historia Paulito.—rió.

—Despues me di cuenta que no venía sola,si no que con una bendición.—señaló a Lukas con la mirada.

Lukas sólo lo miró mientras se ensuciaba la cara con la salsa del tuco. Río y yo limpie su carita con una servilleta.

—A ver mí amor,te ensuciaste.—trate de que las manchas de salsa salieran. Él se quejaba y trataba de comer más,pero mí mano en su cara no lo permitía.

—Te ves muy bien de mamá,Lara.—me elogió Mariano. Agradecí y luego le regale una sonrisa.

Al terminar de comer,me ofrecí para lavar los platos. Mariano había echo la comida y yo sentía que tenía que ayudarle en algo. Me había caído bastante bien,dejo una gran impresión en mí. No se guardaba nada y lo decía de una,sin vergüenza.
Sentí las manos de Paulo rodear mí cintura,abrazándola y apoyando su mentón en mí hombro. Dejando besos en mí cachete,sonreía su tacto me daba cosquillas.

—Que linda que sos,mí amor —sonreí aún más,me sonroje más que nada. En lo que estuvimos intentando nunca se animó a llamarme así,siempre me decía “Laru”. Me gustaba ese apodo,y que me diga “mi amor” más todavía.

—¿Mí amor?—lo miré con una sonrisa sorprendida. Él sonrió y me dio un pico.

—Si

Seguí lavando los platos y cosas que se habían usado a la hora de comer,Paulo se quedó abrazando mí cintura. Hasta que terminé de lavar y secar todo.

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—Estas muy apegado a mí últimamente.—me senté en el sillón de la sala. Viendo cómo Paulo jugaba a la play con Lukas en sus piernas.

—¿Te molesta?—no sacaba su vista de la televisión. Está jugando al fifa,era un vicio siempre con ese juego. Lukas cada que estaba con Paulo miraba lo que hacía.

—No,pero me resulta raro. No sé porque.—sonrei mirando el piso mientras me sentaba como indio en el sillón apoyando mí cabeza en el hombro de Paulo.

—Y soy yo él que está muy apegado —solto una risa. Mientras seguía jugando,mirándome un poco.

Me reí con él. Lukas se había quedado dormido en el regazo de Paulo,miraba mí celular hasta que Paulo dejo de jugar a la play.

Poco a poco me iba quedando dormida. Cerré lentamente mis ojos quedándome plácidamente dormida..

Aquél Amor Nuestro | Paulo Dybala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora