NO ES TUYO, ES NUESTRO © » 1M8.

𝟮| 𝗚𝗢𝗡𝗔𝗗𝗢𝗧𝗥𝗢𝗣𝗜𝗡𝗔.

Mis párpados cansados se abrieron lentamente, el sol calentaba la habitación y aunque claramente ya eran aproximadamente las tres de la tarde no quería salir de la cama.

Desde hace dos días tenía un ligero malestar en el estómago pero decidí no darle importancia ya que había empezado una dieta que leí por internet. Tras luchar contra la flojera finalmente me levanté de la cama, me lavé la cara y me cepillé los dientes, al mirarme al espejo noté que estaba un poco más pálida de lo normal y tenía más ojeras que de costumbre, pero aún así también decidí ignorarlo ya que había estado esforzándome de más en el club y supuse que era por el estrés, o a lo mejor sólo estaba empezando a contraer algún loco resfriado por el cambio de clima.

Tomé una ducha rápida y mientras me vestía sentí una vez más ese cosquilleo en el estómago, ya había pasado un mes desde que fui a esa clínica de extracción de óvulos y aunque el dinero no fue suficiente para saldar la deuda que tenía pendiente en la universidad al menos logró que el director tuviera consideración y me dejara tranquila, lo engañé diciendo que había pedido un préstamo en el banco y era cuestión de días para que lo aprobaran, que según con ese supuesto dinero podría pagar el resto de la carrera y no tendría que darle ni un centavo al banco hasta que terminara la universidad y empezara a trabajar.

Idiota.

¿Realmente cree que le venderé mi alma al diablo? Los del banco me comerían viva, me sacarían hasta la última gota de jugo obligándome a pagar sus altísimas tazas de intereses. 

─Buenos días, Cissy. 

Una voz ronca en mi oído me erizó la piel, en especial por el aroma a tabaco revuelto con mal aliento que casi me hace sangrar las fosas nasales. 

─¿Qué te parece si antes de ir al trabajo pasamos algo de... tiempo juntos? ─susurró envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura para pegarme a su cuerpo.

─No, no, olvídalo Billy, se me hace tarde, y además, primero iré a la escuela de Harry, tiene una presentación, hoy es su último día de clases antes de las vacaciones de verano. ─contesté apartando sus brazos de mis caderas.

─¿Harry? ─repitió pasando de lucir sereno a enojado en cuestión de segundos. 

Me quedé en silencio tratando de ponerme los zapatos lo más rápido posible para no tener que escucharlo empezar a pelear.

─¡¿Prefieres ir a una estúpida presentación de un niño que ni siquiera es tuyo en lugar de pasar tiempo de calidad conmigo?! ─gritó poniéndose colorado de la rabia─. ¡Soy tu novio Narcissa, no puedes hacer este tipo de cosas y luego actuar como si nada!

─Ya te lo dije muchas veces, Harry es como mi hijo, incluso iré a su ceremonia de graduación de la universidad si sigo viva para entonces, ¿Lo entiendes? 

─¡No, no es como tú hijo, es hijo de Camille y sigo sin entender cómo es que puedes ser amiga de una persona tan diferente a ti e incluso ponerla por encima de lo nuestro!

─Crecimos juntas Billy, supéralo. 

─¡No crecieron juntas, porque mientras tú ibas a una escuela privada que costaba miles de dólares al mes la madre de Camille tenía que partirse el lomo limpiando cada rincón de la oficina del idiota de tu padre, y de hecho esa es la única razón por la cual se conocieron porque de no ser así, en tu vida supieras tan siquiera el nombre de esa lesbiana!

─¡Oye, oye! ─grité estallando en un abrir y cerrar de ojos─. ¡En tu vida te vuelvas a expresar de Camille de esa manera, no la conoces, su madre era una excelente persona y sólo hizo lo que tenía que hacer para sustentar a su familia!