𝟲𝟭| 𝗡𝗢 𝗠𝗢𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗜𝗘𝗦 𝗜𝗡 𝗟𝗔.

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Me acomodé en el asiento de la camioneta mirando por la ventana el paisaje que pasaba. Íbamos en camino para ver al padre de Steph y en lo único que podía pensar era en Vlad y en aquella confesión que me hizo anoche.

─¿Sabes? ─la voz de Stephen me sacó de mis pensamientos─. Anoche fue increíble, creo que fue por mucho el partido más emocionante de mi vida, los Lakers no sabían qué hacer con nosotros, les metimos una paliza en su propia casa.

El castaño hablaba con rapidez, sacudiendo las manos y soltando peligrosamente el volante mientras conducía.

─Los fans estaban enloquecidos, gritaban,  saltaban, parecía que iban a invadir la cancha en cualquier momento, fue una locura Cissy, deberías haber estado ahí, te hubiera encantado.

Sonreí discretamente notando cómo sus mejillas estaban sonrojadas y su frente perlada de sudor. A pesar de que el aire acondicionado soplaba frío él parecía estar ardiendo, era claro que estaba nervioso y que estaba tratando de ocultar su ansiedad con palabras vacías.

─Steph... ─empecé, pero me interrumpió.

─¿Qué? ¿No te gustó el partido? ¿Acaso no viste cómo anoté ese último triple desde la esquina? ¿O viste cómo Draymond bloqueó ese tiro de LeBron? ─hablaba a todo lo que le daba la boca─. ¿O no viste cuando Klay....

Sentí un nudo en la garganta al escuchar aquel nombre, y al parecer Steph igual ya que por primera vez en todo el rato fue capaz de hacer silencio por un par de minutos.

─Sé que estás nervioso por ver a tu padre, no es necesario que finjas que todo está bien. ─musité colocando mi mano sobre su muslo.

Él se quedó callado por un momento mirando el camino con expresión seria, luego suspiró, bajó una de sus manos para tomar la mía y finalmente me dio un suave apretón.

─Lo siento. ─suspiró profundo─. Es sólo que... no sé qué esperar de él, no sé si me va a recibir bien o si me va a criticar por todo lo que hago, no sé si actuará como si me quisiera o... como si me odiara.

─Steph, él es tu padre. ─dije con suavidad─. Te quiere, aunque no te lo demuestre. Y tú también lo quieres, aunque no lo admitas.

Pude verlo asentir con la cabeza, sin decir nada más.

─Vamos a estar bien, yo estoy contigo. ─como pude me incliné y le di un beso en la mejilla.

El castaño sonrió y sorprendentemente se incorporó para regresarme el beso, pero esta vez me lo dio en la boca.

─Gracias. ─mencionó, y ahora se veía un poco más tranquilo que antes─. Eres lo mejor que me ha pasado, no sé qué haría sin ti, Cissy.

Sentí un retorcijón en el estómago, uno de los gemelos estaba pateando, así que eso en combinación con el tono delicado en la voz de Steph causó que se me ruborizaran las mejillas. 

─¿Y qué tal con tu hermano? ─preguntó cambiando de tema─. ¿Cuándo piensas contarme lo que te dijo? 

Un nudo se me formó en la garganta al recordar mi conversación con Vlad, causando que me sintiera culpable, confundida y ligeramente triste de nuevo.

─Nada... nada importante. ─mentí evitando su mirada─. Sólo algunos detalles de cuando descubrió que era... bueno, tú sabes.

El castaño frunció el ceño notando mi incomodidad.

─Cissy, no me mientas. ─dijo con voz suave─. ¿Te dijo algo sobre Klay? Vamos, necesito que me cuentes todo con detalles, ya sabes que soy algo... chismoso.

NO ES TUYO, ES NUESTRO © » 1M8.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora