─Narcissa, necesito hablar contigo. ─dijo con la respiración agitada.
─¿Cómo conseguiste mi dirección? ─gruñí horrorizada.
─Eso no importa ahora, pero escucha, tenemos que hablar, mi esposa me ha pedido el divorcio y con todo eso no puedo estar tranquilo, mucho menos ahora que sé que hay alguien por ahí llevando a mi hijo en su vientre.
Puse los ojos en blanco, lo miré con desdén y crucé los brazos.
─¿En serio? ¿Tú vida personal está patas arriba y en lo único que pudiste pensar fue en venir a buscarme?
─Así es, porque ahora tú eres parte de mi vida personal también, porque lo que llevas ahí dentro tiene mi sangre, y eso es algo que no puedo ignorar.
─Bien, eso fue muy conmovedor pero no me interesa en absoluto, y además, no es el mejor momento para hablar de esto, así que necesito que te vayas.
─No me importa si es el mejor momento o no, sólo necesito saber qué va a pasar con mi hijo, quiero respuestas, y las quiero ahora. ─la decisión en su tono de voz y la seriedad en su cara me hicieron comprender que claramente no se iría hasta que le dijera lo que quería escuchar, pero no estaba dispuesta a complacerlo.
─Llamaré a la policía. ─dije dándome media vuelta para tomar el teléfono fijo y llamar al 911.
─¡No le tengo miedo a la policía! ─contestó cruzando el umbral de la puerta.
─¡Lárgate de mí puta casa!
─¡Sólo dame una respuesta y me iré!
El desespero estaba presente en su rostro y sus ojos buscaban los míos con ansias de respuestas.
─¿Qué te dije, Steph? No quiero verte aquí, y tampoco pienso darte explicaciones sobre un asunto que no te concierne.
Estaba furiosa y con los ojos chispeantes de ira.
─¿Qué está pasando aquí? ─una tercera voz interrumpió en la conversación.
─Ja... ─dije con un hilo de voz.
En cuanto Steph se giró y su mirada se encontró con la del moreno bajo el umbral la cosa se puso tensa de inmediato.
─¿Qué demonios haces tú en la casa de mi novia? ─demandó saber Ja mirando al castaño con desconfianza.
Ay, carajo.
─¿De tú... novia? ─repitió sin darle crédito a sus oídos─. ¿Ustedes dos están juntos? ─frunció el ceño confundido.
─Narcissa, ¿Qué está pasando?
─No es nada, y Stephen ya se iba.
─No, no, por supuesto que no me iré a ninguna parte, no hasta saber qué piensas hacer con el bebé.
Me sentí furiosa y frustrada en ese momento, había planeado mantener en secreto mi embarazo y decidir por mí misma qué hacer con el bebé, pero Stephen y su intromisión inoportuna lo arruinaron todo. Ahora Ja sabía que estaba embarazada, algo que no quería que supiera por ahora, o al menos no de esta manera.
─¿De qué bebé hablas? ─demandó saber el de mil tatuajes.
─¿No se lo has dicho todavía?
─Dios, esto no puede estar pasando. ─me llevé las manos al rostro con frustración.
Me sentí invadida y expuesta, con mi privacidad violada por la presencia de estos dos en mi propia casa. La ira y la frustración se mezclaban en un torbellino de emociones mientras trataba de encontrar una solución a la caótica situación que estaba a punto de comenzar.
ESTÁS LEYENDO
NO ES TUYO, ES NUESTRO © » 1M8.
Romance❝¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para sobrevivir? Descubre la historia de una joven universitaria que, en su desesperación por conseguir dinero para seguir con sus estudios, se convierte en donante de óvulos en un prestigioso hospital de l...