𝟯𝟮| 𝗟𝗔 𝗗𝗢𝗟𝗖𝗘 𝗩𝗜𝗧𝗔.

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Casi cincuenta puntos y diez asistencias, había sido un partido increíble y después de mis momentos con Narcissa, ahora estábamos en todo internet y seguramente por la mañana también estaríamos en las revistas, de nuevo.

Ahora nos encontrábamos en nuestra habitación, arreglándonos para salir a cenar todos juntos, después de la comida los niños regresarán al hotel con las niñeras mientras los adultos nos vamos de fiesta a celebrar como se debe. 

─¿Puedes ayudarme con el cierre? ─la voz de Cissy me sacó de mis pensamientos.

La castaña llevaba puesto un lindo vestido rosado, le quedaba bastante corto y el escote le hacía resaltar los pechos. 

─Deberíamos ir a comprarte ropa nueva mañana. ─dije en cuanto la vi darse la vuelta para enseñarme la espalda. El traje le quedaba algo ajustado pero al mismo tiempo la hacía ver elegante, en especial por que resaltaba sus curvas. 

Tomé su larga cabellera y la acomodé sobre su hombro para que no estorbara, así que luego me acerqué y me permití pasar mis dedos por su espalda desnuda buscando el cierre. Su piel era suave y cálida bajo mi tacto, me dieron ganas de besarla ahí mismo, pero me contuve. Después de todo lo que había pasado entre nosotros últimamente... no quiero asustarla ni presionarla, sé que es mi novia falsa, pero me gustaría que al menos pudiéramos seguir llevándonos bien. 

─Listo. ─dije, y luego de eso se apartó de mi y se acercó a su equipaje a toda velocidad.

Empezó a buscar algo entre su ropa y no tardé mucho en descubrir qué era.

─¿Qué haces? ─demandé saber aunque conocía la respuesta a mi pregunta con claridad.

─Estoy... buscando una de mis bragas favoritas. ─contestó sin detenerse.

Inspiré profundo y con una sonrisa maliciosa me acerqué hasta ella y la tomé del brazo con delicadeza.

─¿Qué pasa? ─preguntó confundida.

─No te pongas bragas esta noche. ─solté de golpe.

Pude verla fruncir el ceño y mirarme como si estuviera loco.

─¿Acaso quieres que todo el mundo me conozca el...

─Quiero que estés sin bragas, así será más fácil llegar a ti. ─la interrumpí tirando de ella en mi dirección.

Se veía tan hermosa, con el cabello perfectamente arreglado, el maquillaje intacto y ese vestidito rosa que le daba un toque de ternura con su vientre abultado.

─Vaya, ¿Quién diría que el gran Stephen Curry sería un...

Tomé su rostro en mis manos con la intención de besarla para obligarla a hacer silencio, pero antes de que pudiera perderme en su exquisito aroma y el sabor de su boca cuando sus labios estuvieran sobre los míos, un golpeteo en la puerta me detuvo abruptamente.

─Maldita sea. ─gruñí apartándome de ella con pesar para acercarme a abrir. 

Podía escuchar voces y risas del otro lado de la puerta, así que en medio de la confusión giré la perilla y la traje en mi dirección.

─¡Steph, mi hermanito! ─fue lo primero que gritó Donte en cuanto sus ojos encontraron los míos.

Eran Donte, Klay, Draymond y Jordan, quienes sin esperar una invitación entraron a la habitación como Pedro por su casa. El pelirrojo del grupo llevaba una botella de champaña rosa en la mano, así que tras tomar impulso se tiró en la cama con los zapatos puesto.

Imbécil.

Me molestó verlo hacer eso, pero no quería armar un escándalo así que no dije nada. El resto de los chicos estaban de buen humor, vacilantes y vestidos con elegancia, nada de trajes costosos, pero sí con algunas de sus mejores pintas. Era claro que estaban más que listos para celebrar la victoria del partido.

NO ES TUYO, ES NUESTRO © » 1M8.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora