Wolfs and Dragons | Jacaerys Velaryon

Capítulo 3; Alanys

-Sé que puedes lograrlo inténtalo de nuevo, A-la-nys.

-Lanys.

-Muy bien ya casi solo te falta una A intenta decirlo de nuevo A-la-nys.

-Anys. -reí ante los intentos de mi sobrino Rickon de pronunciar mi nombre, me levante de la alfombra y lo deje bajo la supervisión de una doncella.

-Sunrise vamos a mis aposentos.-Ante mi orden mi loba se levantó de donde estaba acostada y comenzó a seguirme caminando a mi lado.

Tengo que terminar de arreglarme para la llegada de la familia de la princesa Rhaenyra, el vestido elegido este día fue uno gris con bordados plateados de flores adornando las mangas y la falda.

Junto con Sunrise entramos a mis aposentos, ella se acostó delante de la chimenea y yo me pare frente a mi espejo, agarre mi cepillo de pelo y empecé a peinar mi cabello, que era una de las pocas cosas que me faltaba por arreglar, al tenerlo cepillado lo trence un poco con el objetivo de tener la cara despejada, ya estaba casi lista solo me faltaba una cosa.

-Alanys, ¿Terminaste de arreglarte? Oh perdón no toque antes de entrar, en serio lo siento se me olvido.

-Katheryne no te preocupes, a cualquier persona se le puede olvidar, pero ya que entraste ¿Puedes pasarme mi joyero?

Ante mi pregunta Katheryne camino rápidamente a un lado de mi habitación, abrió uno de los cajones de mi cómoda sacando mi joyero y entregándomelo, lo abrí y empecé a buscar entre mis joyas tratando de decidir cuales usaría para esta ocasión.

-De algo que me sirva tener tantos pretendientes.

Katheryne soltó una ligera risita al recordar el origen de la mayoría de mis joyas, termine eligiendo un collar de oro con perlas y en uno de mis dedos puse un anillo con el emblema de mi Casa, me contemple unos segundos en el espejo.

-¿Cómo me veo? –le pregunte a Katheryne

-Te ves preciosa, si al príncipe Jacaerys no se le mueve aunque sea un pelo al verte, no sé qué futuro le espera al reino, respecto a eso ¿Qué has pensado sobre esa propuesta de matrimonio? Esta es la mejor de todas las que te llegaron y eso que han sido muchas.

-Gracias por tus halagos Kath, yo sé que tengo que casarme algún día pero tengo la esperanza de que cuando lo haga sea porque ame a mi esposo y que los acuerdos políticos de ese matrimonio solo sean ventajas y no la razón principal de esa unión como sucede en la mayoría de casamientos realizados en este mundo.

-Alanys tu eres buena, te mereces lo mejor del mundo y si el príncipe Jacaerys no resulta ser la persona indicada para ti no tengo dudas de que tarde o temprano esa persona aparecerá.

Sonreí ante las palabras de Katheryne, unos golpes en mi puerta hicieron que nos sobresaltásemos y que Sunrise girara su cabeza con dirección a la puerta, le indique a quien fuera que estuviese tocando que entrara.

-Lady Alanys se divisaron cuatro dragones acercándose, Lord Cregan quiere que usted y Lady Mormont estén junto con él en el salón principal, para recibir a la familia real como es debido. –nos informó uno de los guardias de Winterfell.

-Está bien, ya vamos para allá.

Me agache en la alfombra acaricie con suavidad la cabeza de Sunrise a lo que ella me miro a los ojos, extendí mi mano derecha con la palma y mi loba puso su pata encima de ella, aunque Sunrise no sea todavía una loba adulta su pata es más grande que mi mano, ya que al ser una loba huargo es mucho más grande que los lobos comunes.

-Sunrise preciosa, tenemos que recibir a la familia de la princesa, así que tendrás que quedarte aquí al menos por hoy ¿está bien?

Ante la información mi loba me aulló de manera suave y triste.