Rhaenyra Targaryen para proteger su lugar como heredera al Trono de Hierro empieza a hacer alianzas con otras casas de Westeros, y siguiendo el consejo de su pariente lejana Jeyne Arryn, toma la decisión de comprometer a su hijo mayor el príncipe Ja...
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-Príncipe Jacaerys –detuve mi andar al oír que me hablaban, me di la vuelta para mirar al guardia que me hablo –el Rey quiere verlo.
-No creo que tarde mucho –le dije a Alanys –adelántate y espérame en el carruaje.
-Está bien, no te demores ya quiero volver a Dragonstone.
Bese su frente antes de apartarme de ella para ir a los aposentos de mi abuelo, los guardias que tienen la tarea de proteger al Rey me dejaron entrar a penas me vieron, lo primero que vi al entrar fue la gran maqueta de Valyria, las cortinas estaban cerradas, la escasa luz de la habitación viene de unas pocas velas encendidas, hice a un lado el dosel de la cama para poder hablar con mi abuelo.
-Abuelo –le hable para que notase que estaba aquí –soy yo, Jace.
-Oh Jace si viniste –a pesar del dolor que de seguro el sentía demostró lo feliz que estaba de verme.
-Sí, si vine ¿Para que querías verme?
-Quería saber cómo ha ido tu matrimonio.
-Ha ido todo muy bien, Alanys dice que estos últimos meses han sido de ensueño, yo pienso lo mismo.
-Lady Stark ¿De verdad la amas?
-La amo desde el primer momento en que la vi, no me imagino con alguien que no sea ella, sé que con Alanys a mi lado podré ser un buen Rey.
Mi abuelo sonrió débilmente, no sé si por mi matrimonio con Alanys o porque estaba recordando algún momento feliz de su vida que llego a su mente al oírme hablarle de mis sentimientos por mi esposa.
-Perdóname por no haber podido estar en tu boda.
-No importa abuelo.
Él quería decirme algo pero la tos que lo invadió impidió que me hablara, le serví agua esperando que le ayudase a calmar su tos, cuando le dije que iría a llamar al maestre el me pidió que no lo hiciera, una vez que dejo de toser pudimos continuar con nuestra charla.
-Jace ya han pasado varias lunas desde que Lady Alanys y tú se casaron ¿Estás seguro de que ella no está encinta?
-Estoy muy seguro de que ella no está esperando un hijo.
-¿Cómo lo sabes?
Me quede en silencio pensando si sería buena idea hablarle sobre mi acuerdo con Alanys, no sé si podría entender nuestra decisión y a la vez no quiero ver su decepción al saber que no estoy cumpliendo con mi deber de engendrar herederos, dude sobre si decirle la verdad o inventar alguna escusa, considere la segunda opción hasta que comencé a recordar momentos de mi infancia en donde mi abuelo estaba presente, la mayoría eran tardes en que lo ayudaba a armar su maqueta de la antigua Valyria o de él contándome historias de Aegon el Conquistador y del Rey Jaehaerys, pero el recuerdo que sin duda tendría siempre presente es de una ocasión en que me sentó en sus rodillas mientras estaba en el Trono de Hierro y me dijo que algún día ese sería mi asiento, ahí me di cuenta de que no podía mentirle.
