[26 de Noviembre. 4:45 pm, Ankara – Turquía]
—¿Y no es más sencillo volar simplemente desde Grecia hasta Corea? —preguntó Jungkook, sentado en una butaca en frente de Jin, que cocinaba cualquier cosa dentro de una cacerola mediana.
—Creemos que es mejor hacer viajes cortos, sin dar mucho qué pensar a la gente, especialmente a aquellos que te persiguen. Ya hemos pasado por casos como secuestros de avión y misiones suicidas. Simplemente preferimos ahorrarnos todo ese drama y movernos despacio, día tras día, ciudad por ciudad, sin apuros. Ha sido plan de Taehyung.
—Taehyung...—Jungkook soltó un soplido cuando escuchó el nombre del muchacho, recordando la fuerte discusión que había tenido con él ayer y la inesperada disculpa que había recibido a media noche.
—Todo un encanto ¿No es así? —Jin le dedicó una sonrisa, echando otro ingrediente a su experimento en la olla.
—Vaya que sí. —dijo él con un notorio sarcasmo en su voz.
—No le prestes mucha atención, Taehyung no es un tipo malo. Simplemente... las circunstancias le han hecho volverse muy duro consigo mismo.
—Quisiera saber qué tengo que ver yo en todo eso. —susurró Jungkook, estirando las piernas, sentado sobre el taburete de la cocina.
—Algún día quizás lo entiendas.
La frase dejó a Jungkook un tanto pensante, era otra de las interrogantes que se sumaban a su larga lista de dudas. Pero no quiso adentrarse más en el tema, y decidió prestarle atención a Jin y a lo que estaba preparando en esa olla.
No podía entender cómo es que éste era tan amigo de un tipo como Taehyung. Es decir, eran tan diferentes. Jin estaba siempre de un humor de puta madre. Era muy apacible y se había dispuesto a hablar con Jungkook durante todo el viaje desde Grecia. Taehyung en cambio era tan... tan... Distante. Tan metido en sus propios líos.
Cada vez que Jungkook se giraba para darle una ojeada, lo descubría simplemente mirando hacia un horizonte vacío, sumergido entre sus propios pensamientos. Era tan frío, tan raro... Ayer ya lo había tachado de cretino, pero su repentina aparición en la madrugada simplemente la había hecho dudar de ese adjetivo. Al menos se había disculpado con él, pero de todas formas seguía dándole mala espina.Jimin apareció en la cocina de pronto y esbozó una mueca graciosa al ver que Jin cocinaba.
—Maldición, ¿estás cocinando? —preguntó de pronto. —Jeon, no sería una buena idea que lo dejes hacerlo.
Él soltó una risita.
—La última vez, todos terminamos internados por culpa de este hijo de puta. —narró Jimin. —Deja que Taehyung lo haga, al menos él sí sirve en eso.
¿Taehyung? ¿Cocinar? ¿Acaso esas dos palabras podían estar juntas en una misma oración?
—Por cierto, ¿sabes dónde está? —volvió a preguntar Jimin.
—No tengo idea, ya le conoces, debe estar registrando la zona. —Jin tapó la olla con cuidado.
—¿Y luego quién no hace su trabajo, eh? —Jimin negó con la cabeza, en un son divertido. —Jin, esa mierda apes...
De pronto, un par de toques se escucharon provenientes de la puerta del departamento. Los tres giraron la mirada hacia esa dirección. El sonido se incrementó de pronto, los toques a la puerta se hicieron más fuertes y las alarmas dentro del departamento empezaron a sonar con fuerza. Lo cual solo significaba una cosa...
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Antidote | Taekook
RandomLos rumores de un antídoto que salve a la humanidad de una posible epidemia son reales: se encuentra en la sangre de un chico. Para esa importante misión, los gobiernos del mundo solicitan los servicios de uno de sus mejores agentes, Kim Taehyung...