—Nosotros también estamos muy alegres de verte, Yeeun.—la voz de Jimin hizo que el momento bajara su tensión. A decir verdad, era el único que se había atrevido a hablar después de aquel suceso tan... inesperado.
—Te he echado de menos, tonto. —la pelinegra también le abrazó.
—Venga, Yeeun, ¿te vas a pasar el día abrazando?—Namjoon, a su lado, frunció el ceño. —Tenemos cosas importantes qué hacer aquí. —dijo el muchacho, a medida que su mirada iba cayendo directo en Jungkook.
El chico sintió los ojos marrones del muchacho posarse en él con intensidad. Era jodidamente extraño cómo el acto se asemejaba mucho a las miradas de los doctores en el laboratorio. No era una mirada de bienvenida, sino algo más analítico. Lo estaban escaneando, tanto el muchacho como la chica. Jungkook sintió arcadas cuando la pelinegra también lo miró, con ciertos aires de superioridad bastante notorios, pero también con cierto recelo. Entre sorprendida y cuidadosa.
—Vaya— fue lo primero que dijo —no imaginé que luciría así de normal. —murmuró en dirección a Namjoon, que no apartaba la mirada de Jungkook. También porque... el chico sólo llevaba un camisón ancho y entre esas piernas largas y esbeltas, junto con ese torso firme, no había mucho que un hombre como Namjoon pudiese pasar por alto.
Atrás Taehyung se aclaró la garganta.
—Jin, enséñales la residencia. —ordenó, y el muchacho asintió ante lo pedido. En ese preciso instante, la mirada de Jungkook se encontró con la de Taehyung. Un momento de tensión se abrió en el ambiente. Ninguno sabía qué decir, o qué hacer en un momento como ese.
Pero el castaño estaba cabreado, lo podía deducir al ver su rostro. Podía ver sus facciones tersas endurecerse por la furia y también por la confusión. Suponía que era algo injusto no haberle contado antes sobre Yeeun... Pero la verdad es que no había mucho que pudiese decir respecto a ella. Lo poco que podría contarle, haría que a Jungkook se le subiese más el cabreo. Y no quería eso, no ahora... cuando las cosas estaban tan bien entre ellos.
—Subiré a cambiarme. —agregó Jungkook, dándoles la espalda.
—Te quiero aquí en media hora. Tendremos una reunión, hay algunas cosas que debo discutir con todos. —le indicó Taehyung en un tono duro. Solo entonces notó cuán complicado era volver hablarle de esa forma. Volver a la formalidad... otra vez, misión y agente.
Jungkook sintió el corazón apretársele. ¿Por qué? ¿Por qué habían vuelto a lo mismo? Se debía acaso... ¿a la presencia de esa otra mujer?
—Entendido. —farfulló el chico, sin mirarlo de vuelta, corriendo hasta las escaleras de la casa.
Cuando el grupo estuvo a punto de desaparecer para explorar la residencia, Taehyung logró coger a Yeeun del brazo y la arrastró con él para poder susurrarle algo al oído:
—Tú vienes conmigo, tenemos que hablar.
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Antidote | Taekook
RandomLos rumores de un antídoto que salve a la humanidad de una posible epidemia son reales: se encuentra en la sangre de un chico. Para esa importante misión, los gobiernos del mundo solicitan los servicios de uno de sus mejores agentes, Kim Taehyung...