Los rumores de un antídoto que salve a la humanidad de una posible epidemia son reales: se encuentra en la sangre de un chico.
Para esa importante misión, los gobiernos del mundo solicitan los servicios de uno de sus mejores agentes, Kim Taehyung...
Canciones utilizadas en este capítulo (todas se encuentran en la lista de reproducción de spotify de ANTIDOTE):
How To Save a Life - Nilu
Saturn - Sleeping At Last
Una corriente densa recorrió cada centímetro del cuerpo de Jungkook al sentir a Taehyung entrar en él por tercera vez, dejándolo sin aliento por algunos segundos en los que tuvo que aferrarse duro contra su espalda ancha.
La sensación de sentir su cuerpo contra el suyo y su corazón latiendo con la misma intensidad, era algo que nunca dejaría de fascinarle. Ese pequeño momento en el que se unían, como uno solo, donde ambos lograban llegar a una conexión absoluta... fuera de este mundo, era algo tan fuerte que jamás había sentido por nada ni por nadie.
Jungkook tomó a Taehyung del rostro. Lo observó, sus ojos estaban envueltos en lujuria y amor, sus brazos estaban tensos por la agilidad de sus movimientos y entre sus labios gemía un par de palabras que lo hicieron temblar de solo escucharle. Estaba tan enamorado de ese hombre, madre mía... vaya que sí. Él también quería decirle algo. Hacerle saber algo que no podía contener por un segundo más dentro sí mismo.
Mientras lo sentía entrar y salir de su cuerpo, a un ritmo enloquecedor, Jungkook susurró contra su boca: — Te amo...—dijo con la voz entrecortada, notando cómo sus ojos se humedecían al punto de mojar sus mejillas con un par de lágrimas.
De inmediato, el pelinegro levantó la mirada.
—Te amo, Jungkook...— soltó él, recorriendo el rostro del chico de arriba hacia abajo, desde su boca, hasta su nariz, repetidas veces, mirándolo como si esa fuera la última vez que pudiese hacerlo. Como si esa fuese la última vez que pudiese tener la oportunidad de tenerlo entre sus brazos y escucharlo decir aquello.
Lo besó en la boca. Un beso duro, intenso, pasional; lleno de muchísimos sentimientos encontrados. Fue inevitable no quedarse sin aliento, pero aun así eso no fue excusa suficiente para detenerse. Su desesperación y ganas eran más fuertes. Su amor por él era más fuerte que todo. Se aferró a Jungkook con fuerza, tomándolo de las piernas y volvió a penetrar su cuerpo con un movimiento lento, pero acelerado. Una y otra vez. Jungkook gimió su nombre. Y él lo besó en la boca, en la garganta, en su pecho, en su frente. El chico arqueaba la espalda, intentando de todas las formas posibles sentirlo todavía más intensamente. Iba a correrse pronto, lo sentía venir por aquella corriente de electricidad que iba expandiéndose por todo su cuerpo.
Mientras lo besaba, Taehyung se corrió con fuerza, al igual que él. Ambos, en el mismo momento... Mirándose. Y nada más tuvo importancia en ese instante más que ellos dos. Sin importar lo que sucediera después, esos recuerdos... esas sensaciones, eran lo único que jamás podrían quitarles. Aunque todo lo demás, terminara esfumándose de un momento a otro.
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