—Soy Eunwoo.—dijo el chico con una sonrisa de comercial que desprendía diversión y ganas de sacar de quicio.—Cha Eunwoo— y estrechando la mano de Taehyung, agregó:—Nada en especial, solo mordido por un caballo esta tarde.
—Sí, vale...—sin darse a notar a demasiado, Jungkook se había posicionado lentamente entre ambos hombres que no se quitaban los ojos de encima, solo para evitar cualquier tipo de situación que pudiese presentarse. —Eso ha sido todo Eunwoo, espero que mejores.—sostuvo él, con una sonrisa incómoda que rogaba en su interior porque ese momento terminara.
—¿No vas a responderle?— pero el tono de voz de Taehyung estaba ahí de nuevo, inquiriendo también con una sonrisa tensa y mirando a Jungkook, con intenciones serias de seguir enfrentando a Eunwoo.
Maldición, a veces él pensaba que el don infinito de Taehyung era discutir. Pero la verdad es que no era del todo cierto, su don infinito era llevar la razón en todo.
—Creí que ya lo habías hecho tú...—musitó Jungkook disimuladamente.
—No hace falta, ha sido una pregunta ridícula.—gracias al cielo, Eunwoo se encaminó a la puerta de la habitación, aun sintiendo los ojos de Taehyung siguiéndolo como un asesino a su víctima. La comparación le hizo reír, y en susurros que agudizó para ser escuchado, dijo—Ridículo como algunas personas aquí...
Fue entonces cuando Taehyung alzó la voz:— ¿Perdona?
Y Jungkook se puso justo en frente de él, empujándolo con suavidad por el pecho:—No hagas esto ahora...
Sin decir nada más, Eunwoo desapareció con un rumbo inexacto hacia los pasillos del hospital.
Jungkook solo pudo darse cuenta de lo fuerte que se había escuchado la última pregunta de Taehyung, cuando Eunwoo abrió la puerta de la habitación para irse, y pudo notar cómo afuera algunas enfermeras se habían aglomerado a husmear con los rostros pálidos.
La puerta se cerró y él, sin abrir la boca, le dedicó una mirada dura.
—Oh...—sonriendo de mala gana, Taehyung soltó aire—No vas a decirme que te has enojado por eso ¿verdad?
—Solo explícame por qué tenías que enfrentarlo de esa manera...—el chico se dedicó a buscar su mochila entre los casilleros del personal, dándole la espalda.
—¿Entonces solo tenía que quedarme de brazos cruzados, viendo como coqueteaba contigo?
—Estás exagerando...
—Jungkook, sé cuándo un hijo de puta intenta sacar partido contigo.—él hablaba y era como si al mismo tiempo botara humo por los oídos. A Jungkook no dejaba de sorprenderle la facilidad en la que podía alterarse por un problema tan leve. Aunque después de todo, no estaba tan equivocado esta vez. —No es la primera vez que pasa...
—Ya...—el castaño puso los ojos en blanco, acercándosele de nuevo e intentado moderar el volumen de su voz. No quería discutir con Taehyung en un día como ese, y sabía que sería difícil que él fuese quien bajara la guardia. —Pero te ha faltado poco para hacer lo que suelen hacer los animales: orinar en sus parejas para marcar territorio.
Taehyung hundió el rostro, confundido.
—No intentes ser gracioso en un momento como este...—musitó él, con vanas intenciones de ocultar esa sonrisa que iba formándose en sus labios cuando lo vio hacer puchero en frente de él. —Ese tonto documental de Animal Planet que vimos no hará que deje de estar enojado.
—¿Y yo tampoco?— tomándolo desprevenido, Jungkook entrelazó sus manos con las del muchacho, provocando que él lo mirara. Justo ahí, en los labios.—No te pongas celoso...
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Antidote | Taekook
RandomLos rumores de un antídoto que salve a la humanidad de una posible epidemia son reales: se encuentra en la sangre de un chico. Para esa importante misión, los gobiernos del mundo solicitan los servicios de uno de sus mejores agentes, Kim Taehyung...