Diario de Taehyung
Tengo la certeza de que de todos los momentos que vivimos en la vida, las personas elegimos un par de estos para llevárnoslos hasta la muerte, o hasta donde sea realmente nuestro siguiente punto de parada.
Momentos que permanecen en nuestra memoria como recordatorios de que vivimos en esta tierra.
Momentos.
Allí, en ese instante, ese fue uno de ellos. Quizás el más importante.
Y aunque me gustaría contar a ciencia cierta que fue uno de los peores, eso no va a ser exactamente lo que escucharás de mí. Porque incluso cuando el infierno parece ser hondo, desgarrador e infinito, hay algo que le hace ser atractivo. Algo que hace que quieras quedarte, o al menos, que quieras permanecer por unos segundos más. Que quieras seguir intentándolo.
Para mí, ese "algo", había empezado a tener nombre y apellido desde hace mucho.
Tendido en el suelo frío y deteriorado, mi brazo y abdomen sangran. Sangra por dos cosas: uno, porque una bala ha traspasado mi carne velozmente y dos, porque el acero del proyectil continúa dentro de mí.
Pero hay muchas cosas más que influyen en medio de un disparo...
(Punto de vista de Taehyung)
Mis párpados empiezan a agotarse, y comienzan a cerrarse de tanto en tanto mientras trato con todas mis jodidas fuerzas que el aire siga llegando a mis pulmones.
El impacto de los proyectiles ha hecho que mi cabeza entre en un estado inerte. En un estado de relajación que no puedo controlar. Me siento débil. Me siento adormecido. Y de un momento a otro el tono de las cosas pasa a ser ininteligible.
No puedo ver nada con exactitud, más que un buen puñetero de cosas borrosas que se expanden en toda mi vista y que se mueven unas sobre otras. Al mismo tiempo, el sonido de mi al rededor pasa a ser lejano, denso, inalcanzable. Todo tiene un eco. Todo parece estar sucediendo a muchos metros lejos de mí, aunque en realidad si alguien pudiese verme, sabría que todo está pasando justo en mis narices... Pero no puedo sentirlo, no puedo ser partícipe de ello... Porque estoy prácticamente muerto sobre un maldito cemento.
Sin embargo, mi mente no puede dejar de trabajar aún. Y mucho menos, y por suerte, mi corazón.
Pienso en Jungkook. Y mi mente se nubla de inmediato en ideas que pueden ayudarme a salir de aquí. Quizás arrastrándome, quizás cojeando, manejando en mi vehículo. Necesito hacer algo. Sé tanto como el hecho de que aún estoy vivo, que no puedo quedarme en la espera de que la muerte venga por mí a sacarme de este jodido mundo en el cual aún tengo mucho por hacer.
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Antidote | Taekook
RandomLos rumores de un antídoto que salve a la humanidad de una posible epidemia son reales: se encuentra en la sangre de un chico. Para esa importante misión, los gobiernos del mundo solicitan los servicios de uno de sus mejores agentes, Kim Taehyung...